Historias a la Chilena: Ricardo García

Amigas y amigos: En el último capítulo de Historias a la Chilena, les contaré algo... hace algunos meses, por Septiembre de 2019, filme para mi canal de youtube de El Blog del Benjita en la disquera Discomanía hablando un poco de una de las figuras emblemáticas de la radio y televisión en Chile, el mejor disjockey de la historia de la radio y de la música chilena, el que reemplazó por varios años en la animación, producción y edición del legendario programa Discomanía, creación magistral de Raúl Matas, que inspiró como ejemplo para locutores, disjockey y periodistas, como también para otros programas musicales y futuras estaciones radiales a nivel iberoamericano con su radioformula; me refiero a Ricardo García, cuyo nombre verdadero es Juan Osvaldo Larrea García, destacado locutor chileno, promotor cultural, periodista de oficio y empresario discográfico, uno de los principales gestores del movimiento popular artístico de los años 1960 y 1970 en Chile.

Ricardo García nace en Puerto Montt en 1929, hijo de Osvaldo Larrea y de Alicia García, cursó la enseñanza secundaria en el Instituto Nacional y en el Liceo San Agustín para, posteriormente, cursar las carreras de Bellas Artes y Pedagogía. Durante estos años, para pagar sus estudios, incursionó como locutor en Radio Prat. Posteriormente se desempeñó en las radios Bulnes, Chilena y Cooperativa Vitalicia.

Por su trabajo en la radiofonía, se transformó en el discjockey más afamado del ambiente nacional,  por el solo hecho de reemplazar a Raúl Matas en el programa Discomanía en Radio Minería, éxito que después plasmaría en su programa "El Show de Ricardo García", emitido por Radio Corporación y luego en su retorno a Radio Cooperativa hasta 1973. De forma paralela a su labor desde el micrófono, escribió columnas especializadas sobre música en revistas como Ecran, Teleguía, El Musiquero, Rincón Juvenil, Ritmo, Telecran o Ramona.

La mayor parte de su trabajo como impulsor del desarrollo de la música popular chilena se iniciaría años más tarde, donde reconoció el advenimiento de un movimiento que mezclaba folklore y crítica social, protagonizado por músicos como Ángel Parra, Isabel Parra, Rolando Alarcón, Víctor Jara, Patricio Manns e Inti Illimani, y que el propio García difundiría como la "Nueva Canción Chilena".

Entre las actividades de difusión cultural en que destacó se cuentan la implementación del Festival de Viña del Mar, de cuyas primeras ocho versiones fue además el conductor, y el Festival de la Nueva Canción Chilena, a partir de 1969, del cual alcanzó a organizar tres versiones, bajo el alero de la Pontificia Universidad Católica de Chile y con el apoyo del rector de la época Fernando Castillo Velasco.

Hombre de la izquierda política y partidario del gobierno de Salvador Allende, vio interrumpida su labor a contar del Golpe de Estado de 1973, e incluso desde Televisión Nacional de Chile, la estación pública del Estado en que trabajaba en esa época, le ofrecieron una millonaria oferta a García para que hiciera lo que quisiera en la programación del canal, pero bajo las condiciones de los interventores militares y del Director Ejecutivo de la época, lo que se negó argumentando que él tenía valores y principios éticos y morales, y que no pensaba ensuciarse las manos para complacer a lo que los militares querían. Y en su labor en la radio se le hizo difícil por el solo hecho de ser una persona de izquierda, no obstante, continuó escribiendo para revistas como La Bicicleta y Apsi y periódicos como Fortín Mapocho y La Época.

Ya alejado de los medios de comunicación, en 1976 crea el sello discográfico "Alerce", la empresa discográfica que empieza a difundir la obra de autores extranjeros prohibidos en Chile durante la dictadura militar, como es el caso de los integrantes de la Nueva Trova Cubana. Como parte de la misma actividad auspició a los grupos musicales "Chamal" y "Ortiga", iniciando con ello la era del Canto Nuevo.

Ricardo García falleció el 2 de junio de 1990 durante unas vacaciones en Cuba.

A la memoria de Ricardo García, el gran disjockey de la época y el mejor de todos los comunicadores de la radio musical en Chile y en todo el continente.