La Semana: Romper un periódico en vivo es una ofensa a la libertad de expresión

Amigas y amigos: Esta semana fue impactante en la escena periodística y política en Argentina que me hizo recordar otro evento en Chile, pero les explicaré el primero de todos que ocurrió este lunes cuando el jefe de gabinete del gobierno de la señora Cristina Fernández, Jorge Capitanich rompe en pedazos una las páginas del periódico Clarín y el cual lo cataloga de basura la información publicada de los expedientes de la investigación que estaba realizando el fallecido fiscal Alberto Nisman encontrados en un bote de basura en su departamento y que seguían vinculando a la presidenta Fernández de encubrir a los involucrados iraníes en el atentado de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Horas después del hecho, la fiscal del caso Nisman, Viviana Fein confirma la información publicada, dejando de cínico al señor Capitanich.
 
Al día siguiente y de forma descarada, el jefe de gabinete del gobierno, no deja preguntar a un periodista de Clarín, dejando en evidencia el odio empedernido de hace años entre el mamarracho gobierno de la señora Fernández y el medio escrito, perteneciente al grupo Artear, quien ha denunciado tramas oscuras de corrupción y ha sido crítico de su gestión gubernamental, sobretodo entre los críticos más fuertes es uno de los periodistas de dicho conglomerado medial, Jorge Lanata, considerado uno de los enemigos del gobierno de Fernández de Kirchner. Ante este incidente, Capitanich menciona que el gobierno "cree" (solo para su conveniencia personal e idelógica) en la libertad de expresión, demostrando que no cree en ella y que es un déspota, paranoico, retardado mental, ridículo, estúpido, imbécil e intolerante frente a las criticas de diferentes sectores a su gobierno, copiando la intolerancia y odiosidad al gobierno chavista de Nicolás Maduro en contra de sus críticos, actuando con amenazas de censura y cerrar dichos medios que no simpatizan con su gestión, e incluso llegar al punto más represivo de mandar a prisión.
 
Este hecho, y tal como lo mencioné en el principio de la crónica, me hizo recordar otro hecho señalar ocurrido en 1999 el actual diputado por el distrito 42 de Quilpué y Villa Alemana, Marceo Schilling, quien en ese entonces era Subsecretario de Desarrollo Social rompe por la mitad el diario La Tercera, perteneciente al Consorcio Peridístico de Chile S.A. (COPESA), hoy de grupo Dial. Este hecho que afortunadamente no pasó a mayores, sucede cuando el matutino publica una información de un incidente ocurrido entre Schilling un grupo de estudiantes de la Universidad de Concepción, el aludido declaró en conferencia de prensa que dicha información es falsa y pide a todos los chilenos que no compren el diario La Tercera, frase final para romper por la mitad el ejemplar del matutino en vivo y presencia de los medios. Luego La Tercera en un comunicado desmiente la información publica y  manifiesta su rechazo a la actitud del entonces subsecretario.

Este tipo de situaciones contra la prensa es una falta de respeto y de una violación constante a la libertad de expresión y la los Derechos Humanos, que muchos gobierno y políticos abogan y siempre las mismas personas que las promueven son las primeras que las trasgreden, y sobretodo aquellos que lo hacen de forma violenta y odiosa, con excusas que son calumnias e injurias. o que se sienten aludidos por alguna denuncia en su contra para intentar evadirse de la situación, como es el caso de Cristina Fernández y su gobierno junto con sus grupo de colaboradores, ministros y siniestros simpatizantes, que pagados y usando dineros fiscales, hacen propaganda en contra de sus críticos y opositores, sobretodo a los medios que no simpatizan con su gestión gubernamental, y tienen cara de hablar de democracia actuando como verdaderos dictadores defactos e insurrectos que estuvieron de moda en el pasado. Lo único que les faltaba que los eliminaran o hacerlos desaparecer, como ocurre diariamente en México, sobretodo con los periodistas y comunicadores.

Esa odiosidad que provocan, y para pero, usarla como propaganda mediática usando fondos estatales, es lo peor y un funesto precedente para el desarrollo del país, creyéndose uan especie de Dios y que es dueño de la verdad absoluta y eso aburre a la opinion pública que hacen rechazar a los gobiernos perdiendo su propia credibilidad. Nadie, ni menos yo y nuestro equipo es dueño de la verdad, hacemos nuestro trabajo con la más completa libertad e independencia, sin intereses políticos y económicos mediáticos algunos, y eso es un derecho y deber irrenunciable, aunque algunos sectores no les guste; el hecho de que alguna autoridad del gobierno, ni menos el presidente del algún país del mundo no tiene que por qué romper públicamente un ejemplar del un periódico o revista, eso demuestra el mínimo grado de poca educación y cultura, aunque tenga un título universitario, porque esa persona que lo hizo como fue demostrado en el señor Capitanich es una vergüenza que debe ser rechazada por todos, porque eso no se hace.

Para estas cosas está el Derecho a replica, cuando la persona natural y/o jurídica aludida por una información ya sea verdadera o falsa difundida en cualquier medio, ya sea escrito, audiovisual o digital tenga derecho a que su aclaración o rectificación sea difundida por el mismo medio, de lo contrario, el afectado puede tomas las acciones judiciales que estime conveniente, y no haciendo declaraciones ofensivas y groseras como las presenciadas por una autoridad de gobierno en Argentina, demostrando su mala educación y odiosidad encubierta de su persona y del gobierno de la señora Fernández. Gracias.

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