La Retroexcavadora: Islamofobia
Amigas
y amigos: Este semana ha sido horrorífica en Francia luego
que tres terroristas islámicos, uno francés y dos de origen argelino atacaran a
sangre fría las oficinas del semanario satírico Charlie Hebdo en París, dejando
12 muertos y 4 heridos, éstos últimos debatiendo entre la vida y la muerte producto
de su extrema gravedad, lo que acrecienta el clima de violencia en el viejo
continente y hace que la gente reaccione a la calle, a parte del hecho
lamentable, el rechazo a una de las religiones más tradicionales del mundo, el
Islam, y pese a todo lo ocurrido y desde hace mucho tiempo está creciendo una
tendencia bastante sediciosa y a la racista hacia las personas que profesan
dicho credo, lo que es conocido como Islamofobia.
Aunque alguno digan que
Islamofobia no es un tipo de racismo, entre ellos el escritor francés Michel
Houllebecq, autor del libro recientemente lanzado esta semana Las partículas elementales, que relata
una variaciones futuristas de Francia en el futuro, entre ellas, de que el año
2020 Francia tendrá un presidente islámico; pero en fin, esto tiene varios
elementos que lo convocan a su definición; el primero de ellos establece como
un rechazo hostil demostrado con actos
ofensivos y sentimientos negativos exclusivamente hacia la confesión islámica y
el segundo, entre los países occidentales (no todos) prevalece la actitud
xenófoba hacia los musulmanes en general y en particular hacia los ciudadanos
de origen árabe o magrebí, éste último basado en el contexto del territorio
francés donde existe una de las mayores comunidades musulmanas de Europa.
Sin embargo, la
islamofobia ya había sido definida unos años antes por la ONG británica
Runnymede Trust en una obra de referencia sobre el tema y en donde en él, junto
la definición clásica, establece ocho características que denotan la
islamofobia:
1.
La creencia de que el Islam es un bloque
monolítico, estático y refractario al cambio.
2.
La creencia de que el Islam es
radicalmente distinto de otras religiones y culturas, con las que no comparte
valores y/o influencias.
3.
La idea de que el Islam es, per sé,
violento y hostil, propenso al racismo y al choque de civilizaciones.
4.
La idea de que en el islam la ideología
política y la religión están íntimamente unidos.
5.
La consideración de que el islam es
inferior a la cultura occidental primitiva, irracional, bárbaro y sexista.
6.
El rechazo global a las críticas a
Occidente formuladas desde ámbitos musulmanes.
7.
La justificación de prácticas discriminatorias y excluyentes hacia
los musulmanes.
8.
La consideración de dicha hostilidad
hacia los musulmanes como algo común y natural.
Uno de los factores que
ha incrementado la islamofobia, a juicio de sus proponentes, ha sido la serie
de atentados terroristas sufridos en diversas partes del mundo reivindicados
por el fundamentalismo islámico. Distintos estudios han demostrado que tras los
atentados del 11 de Septiembre a las Torres Gemelas del Word Trade Center en
Nueva York, se ha producido, en algunas ocasiones un incremento de las
agresiones contra comunidades árabe en el mundo occidental.
Según estudios de
diversas instituciones universitarias y organizaciones no gubernamentales, sus
acciones están referidas a acusar a un ciudadano árabe de de terrorista para
que se baje de un autobús o lanzamientos de huevos sobre estas personas. Los
causantes de estas agresiones suelen ser personas que aducen argumentos como “no
les gusta el islam puesto que victimiza a las mujeres e impide la integración
de los ciudadanos que lo profesan”.
Sin embargo, no ha
sucedido así en otros casos, aunque la organización española SOS Racismo
alertaba en un informe de 2004 del posible incremento de la islamofobia en
Españas tras los atentados del 11 de Marzo en Madrid, reivindicados también por
fundamentalistas islámicos, estos no condujeron a ningún acto de violencia
contra los musulmanes ni a ningún incremento apreciable de la islamofobia. Una posible
explicación sería el hecho de que se intentó culpar al grupo terrorista vasco
ETA de los atentados para ganar las elecciones. En el caso del denominado 11 –
M, un estudio de la Comisión Europea en Mayo de
2002, afirmaba que sí se habían incrementado las agresiones a árabes en
España tras los atentados. Los mismos resultados obtuvieron un informe anual de
SOS Racismo.
Por otra parte, algunos
autores dudan de que esté produciendo incremento alguno de la islamofobia en
Occidente; pero otros, muy por el contrario, lo que se está produciendo en
algunos casos es un retroceso de las libertades en Europa con el pretexto de
evitar la islamofobia, con actitudes tolerantes por parte de algunas “elite
culturales” hacia el fundamentalismo islámico.
Pero aquí hay algo muy
notorio, que en Eupora, al apiguar a una ideología totalitaria poniendo en
peligro su propia libertad, juicios como el de la periodista italiana Oriana
Fallaci, quien mencionó en una entrevista antes de su fallecimiento de que Europa
se está convirtiendo en una Euroarabia, o las de escritor Michel Houellebecq
por expresar sus ideas críticas sobre el Islam ilustraría este retroceso de
expresión en nombre de la lucha contra la islamofobia.
Entre las actuaciones
de discriminación o persecución contra los musulmanes están la prohibición en
diversos contextos de vestiduras islámicas tales como el velo o la burka, a
pesas de que se reconoce el derecho a la objeción de conciencia en otros
asuntos o en el caso de Suiza de construir nuevos minaretes que constituye una
prohibición contra una religión concreta.
Otra manifestación de
islamofobia es presentar la información de forma tendenciosa, presentado como
característico de todos los países islámicos prácticas que solamente ocurren en
unos pocos países, que incluso partidos políticos plantean incluso la prohibir
el Corán o el Islam o impedir la inmigración musulmana.
En el uso del término
islamofobia y sus equivalentes en diferentes lenguas y dialectos, es objeto de
críticas por considerar que es una fabricación para asimilar toda crítica al
islam a una fobia. Es decir, una patología psiquiátrica; en otras palabras,
confunden la crítica al Islam con la discriminación a los musulmanes,
silenciando de ese modo toda crítica de la religión, incluyendo la de aquellos
musulmanes que quieren reformarla. En ese sentido, intelectuales como Salman
Rushdie, Hirsi Ali y un grupo de personas firmantes del Manifiesto de los 12,
han rechazado el uso del neologismo mediante esta declaración:
Rechazamos renunciar a
nuestro espíritu crítico por miedo a ser acusados de "islamofobia",
un concepto desafortunado que confunde la crítica del islam como religión con
la estigmatización de sus creyentes.
En la literatura, cine
y teatro han reflejado la islamofobia,
por ejemplo, en el cine están las películas Estado de Sitio, que narra la
reacción del Estado y la sociedad ante varios atentados terroristas islámicos
en Estados Unidos con un auge de la islamofobia y una restricción de los
derechos civiles, otra película es V de Vendetta, en donde aparece una sociedad
dictarial en una Inglaterra del futuro, donde se margina y persigue a los
musulmanes, estando incluso prohibida la posesión del Corán y otra película Mi
nombre es Khan, dirigida y escrita por Karan Johar, narra la historia de un
hombre musulmán y su esposa en Estados Unidos después de los atentados del 11
de Septiembre de 2001 con un auge de la islamofobia.
En el caso del teatro,
la obra Fahrenheit 56 K se presenta una sociedad dictatorial donde se quiere
prohibir el velo islámico (como ha sucedido en la vida real).
Con todo lo descrito en
esta crónica, les haré un ejercicio muy simple, ya hemos explicado sobre la
islamofobia basado en Europa y Estados Unidos, aunque el Canadá y Australia
también hay muchos inmigrantes musulmanes, pero qué pasaría si la migración de
inmigrantes musulmanes se extendiera a toda Latinoamérica, partiendo por
México, un país que sufre los embates de los secuestros, violaciones,
delincuencia organizada y tráfico de drogas encabezado por los no bien
ponderados carteles, quizás un grupo de personas de los que llegan podrían ser
de algunos de estos grupos radicales y terroristas, y lo más probable que estarían
barriendo con estos grupos delictuales relacionados con el narcotráfico y los
famosos secuestros exprés, o simplemente asociarán con estas lacras imperantes
en México y que causan terror en la población hoy día, otra de las posibilidades
que pueden tener como financiamiento económico para sus actividades ilícitas y
terroristas, aunque este tipo de ilícitos de sustancias son condenables por el
islam.
Imagínense en el caso
de México o en cualquier otro país de Latinoamérica eligieran a un presidente de
la república musulmán, sería un cambio de 360° que el impacto sería mayor y ese
presidente impondrá su doctrina por sobre los ciudadanos y combatirá e incluso
con muertes a eso grupos delictuales organizados que roban, matan, secuestran y
trafican, tiñéndose de rojo cuya sangre irá directamente al río. Bajo ese
contexto, puede ocurrir la islamofobia en Latinoamérica.
Este ejercicio
predictivo, que puede ser considerado como interesante y/u horrífico puede que
ocurra una de las tantas posibilidades que pueden suceder, porque el Islam está
en plena extensión en inmigrantes y preveo un aumento ostensible en el futuro,
y las actitudes racistas y homofóbicas en cualquier país de Latinoamérica se
harán sentir o quizás no, siempre cuando no les afecte como ocurre hoy en
Europa. Gracias.
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