Historias a la Chilena: Matilde Ladrón de Guevara


Amigas y amigos: Tengo un sentimiento muy encontrado al escribir este texto, primero porque las primeras clases que hice al comenzar mi carrera como docente hace algunos años, fue en lo que era antes Castellano, lo que es hoy Lenguaje y Comunicación en 8º Año Básico, y uno de los textos de la unidad de literatura de aquellos años fue un poema de Matilde Ladrón de Guevara, y para mí es motivo de orgullo exponer en la clase un poema de ella, por su calidad y pluma literaria que ostenta hasta el día de hoy y que pocas veces se habla de su obra literaria. Yo en lo personal es un honor y motivo de orgullo hablar de su poesía a mis alumnos del curso en aquel entonces.

Hablar de Matilde Ladrón de Guevara es hablar de elegancia literaria, de belleza y de lucha social. Un dato que yo no sabía, fue Miss Chile, ese detalle recién lo vine a saber, y para es motivo de alegría que haya sido Miss Chile, junto con ser poetisa, cronista, política, luchadora, corresponsal, novelista, algunas de las cosas que fue en su vida nacida el 19 de Agosto de 1910, en Santiago.

Perteneció al grupo de literatos de la Generación del 50 en las que también están Marta Jara, Elisa Serrana, Elena Aldunate y Mercedes Valdivieso. También hizo sus estudios en Liceo Antonia Salas Errázuriz de Santiago. Sus estudios universitarios los realizó en las universidades Católica de Chile y de Chile, y en La Sorbona, en Francia. Contrajo matrimonio con Marcial Arredondo Lillo en 1932. Sin embargo, también mantuvo un romance con el pianista alemán Walter Gieseking, relación que abordó en su novela Mi patria fue su música en 1953.

Tras vivir unos años en Rapallo, Italia, regresó a Chile, donde comenzó a participar en política, siendo una de las fundadoras del Partido Femenino de Chile, creado en 1946. Entre la década de 1940 y 1950 fue corresponsal de varias revistas y diarios, tanto chilenos como internacionales, entre ellos, Ecran (para la que entrevistó a Ingrid Bergman en Hollywood​), Zig-Zag, La Tercera de la Hora, La Nación de Buenos Aires, El Mercurio y Marcha de Montevideo.​ En 1948 inició su carrera literaria con Amarras de luz.

En los años 1960 vivió un corto tiempo en Cuba, donde entabló amistad con Fidel Castro y el Che Guevara, lo que la inspiró para escribir Ché (1969) y Cubanía y Ché (1998). Aunque simpatizó con la experiencia, pudo conocer las cárceles del régimen y el ambiente de represión, que dejó plasmado en Adiós al cañaveral (1962). Posteriormente apoyó al gobierno de la Unidad Popular en Chile, dirigido por el presidente Salvador Allende, y que terminó con un golpe de Estado en 1973. Tras publicar su novela La ciénaga (1975), debe exiliarse en Argentina, donde escribió Destierro (1983), e Y va a caer (1985).​ Volvió a Chile en 1979, año en que fallece su marido Marcial. Candidata al Premio Nacional de Literatura en 2006.

A comienzo de los 90 comenzó su mayor lucha, hizo huelgas de hambre y pidió ayuda en Chile y el exterior, para que liberaran a su hija Sybila Arredondo, ex esposa de Jorge Teillier y viuda de José María Arguedas, quien estuvo 14 años encarcelada en Perú acusada de colaborar con el grupo terrorista Sendero Luminoso. Sobre la experiencia de su hija escribió los libros Por ella y Sybila en Canto Grande.

La autora nacional murió la noche del sábado 22 de Agosto de 2009 en el Hospital Militar de Santiago, días después de cumplir 99 años, producto de un cáncer generalizado descubierto hace un par de semanas cuando fue al médico por una fractura de caderas.

El legado literario de Matilde Ladrón de Guevara estará en el tiempo y espero que no olviden su trabajo literario, que lo mantengan en el tiempo y para las futuras generaciones que gocen de su prosa poética de clase y excelencia.

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