Especiales de la Infancia: Niños Delincuentes

Amigas y amigos: Uno de los flagelos hoy en Chile es la delincuencia, y un  pequeño sector de ella están los niños delincuentes, que hoy es un gran problema pero que todas las autoridades de turno no han sido capaces de frenar, e incluso, no tienen el mínimo interés de hacer planes concretos, agregándose el poco interés de los mismos niños y de sus propias familias en mejorar, porque desde el grupo familiar mediante el poco y mínimo control en ellos que suceden este tipo de situaciones complejas, incluso esperan que la escuela y los profesores realicen la labor del hogar que simplemente no les corresponde, los mismos que alegan los derechos del niño que ni siquiera los conoce, ni menos los deberes, y terminan en ser delincuentes de alta peligrosidad.

Las historias del Cisarro o el Kevin, menores que registran hasta veinte detenciones, representan para muchos expertos el problema de la delincuencia juvenil en Chile. Sin ir más lejos, este año se registran casi cinco mil detenciones, cifra que se ha ido incrementando desde que comenzó la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente.

Por muchas cifras que revelan una de las causas en donde podrían explicar esta tendencia es que cuando los infractores tienen menos edad, no han alcanzado un gran porcentaje de contacto con el mundo delictual, como parte del proceso evolutivo. Son cosas muy propias de la etapa adolescente, porque cuando son más chicos aún tienen más opciones de control parental, y si ya están en contacto con pares negativos van a ir escalando en las conductas ilícitas con el tiempo; y sin querer estigmatizar los 14 y 15 años, es la edad donde principalmente tenemos estos aumentos que tiene que ver también con el comportamiento y el desarrollo cognitivo de los niños, entendiendo que tampoco son delitos de mayor gravedad, y que desde ahí se hace, mediante las instituciones ligadas a los menores vulnerables el trabajo para que desistan de reiterar el delito, el destalle o la complejidad está simplemente en la voluntad propia del menor de cambiar; en algunos casos se logra, en otros simplemnete no.

Ante esto, muchos de los menores que van a estos centros de reinserción son personas que vienen de situaciones familiares complejas, donde generalmente no entregan un ambiente propicio para incentivarlos a salir del mundo delictual, porque vienen de un historial familiar de mucha complejidad y hay que asumir así como diagnóstico. Por muchos beneficios que entregan, por parte de Estado, hay veces que la voluntad en estos menores se pone en juego, un número minoritario lo asume y sale adelante, y eso es un logro, pero otros no, eso es un problema, y han habido muchos casos que reinciden, debido a que demuestran y descargan el odio a la sociedad por su condición, a parte de demostrar odio a su propia familia en algunos casos.

En el aspecto penal, las condenas de sentencia dictaminadas por el Ministerio Público, lo que no quiere decir que hayan ido a un centro de internación en régimen cerrado, y en ella intervenir al joven, el problema está en cómo hacerlo, y los últimos acontecimientos producidos al interior de varios centros dependientes y colaboradores del Servicio Nacional de Menores, dificultan el proceso de reincersión, y las reincidencias son mayores. 

Ante estos aumentos que no dejan de ser alarmantes, estimo que la situación seguirá aumentando cada día más, debido a las pocas medidas que entrega el Estado hacia esos menores infractores, las infraestructuras en cada uno de los centros deja bastante que desear y además, la poca voluntad de los gobiernos de turno en hacer cambios estructurales frente a dicha problemática, por muchos discursos que emitan, la realidad es otra, agregándose lo nefasto que es el sistema judicial actual frente a etsa complejidad con los menores de edad, lo origina que reincidan cada vez más y aumenten cada vez la delincuencia. Gracias.

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