Los 100 días de Trummp


Amigas y amigos: Debo ser honesto... durante los 11 años que llevo escribiendo en los blogs, he hecho análisis internacionales de todo tipo, pero de lo que haré en esta tribuna no lo logro convencerme a mí mismo, e incluso me causa repudio su persona y algunas cosas que a mí no me gustan. Ni siquiera con el anterior presidente George W. Bush, pese a ser un imbécil, zángano, chupasangre, estúpido e idiota y todo lo demás que tiene, incluso lo alcohólico y borracho, era divertido analizarlo, con Barack Obama es distinto, una persona humilde, sencilla, humana, un hombre con principios y valores, una persona ejemplar, digno para analizar, y ejemplo para cualquier persona; pero del personaje en cuestión, me ha costado mucho analizar, porque su imagen, sus contradicciones que ha hecho a sí mismo y a los demás han causado desidia y rechazo hasta el día de hoy, no logro poder entender qué quiere, cuál o cuáles son sus planes, hasta ahora han sido homofobia, medidas duras contra los latinos, en fin... me refiero a Donald Trummp.

Al ver su cara, me causa una sensación de rechazo su persona, e incluso lo veo como una persona machista y despreciadora, sobretodo con su actual esposa, y que por el, la cambiaría con otra más joven, teniendo hijos adultos, que por lo menos son más pasables que él. A este señor lo veo como una persona que está para ganar más dinero y despilfarrar de forma inútil, y lo digo porque los otros republicanos que han sido presidentes han sido déspotas y duros, pero prudentes, sobretodo con los gastos fiscales, a excepción de George W. Bush que por poco deja sin dinero al Departamento del Tesoro por la intervención militar en Irak el 2003.

Lo que más me ha llamado la atención de este señor, es ver como el Partido Republicano, fiel a los principios nacionalistas de la tradición americana por excelencia, está cada vez más divido que otros períodos, un gran sector de dicho partido le ha dado la espalda, e incluso, varios de sus proyectos en el Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica han sido rechazados gracias a varios parlamentarios republicanos, y así como van, ocurrirá algo mucho peor nunca antes visto, que el Partido Republicano se dividirá en varios partidos y eso puede provocar consecuencias a la clase política y al propio presidente Trummp.

Al momento de redactar esta crónica, y hacer el borrador varias veces, me recordaba algunos de los capítulos de la serie animada Los Simpson, quien se ríe hasta el de hoy de Trummp, he incluso han predecido varias cosas que en gran parte, se refleja hoy en su gestión, aunque usted no lo crea, y que hoy ha hecho más ruidos que pocas nueces.

En los cien días de su gobierno, se han caracterizado por tres características preocupantes que, si no cambian las cosas, pueden marcar el resto de su permanencia en la Casa Blanca: improvisación, imprevisibilidad, e incertidumbre.

Trump ha visto como tres de sus medidas estrella no han podido ser ejecutadas, en gran parte debido a la falta de preparación y realismo para convertir rutilantes promesas electorales en efectivas medidas de su administración.

En dos ocasiones sus polémicas medidas migratorias han sido frenadas en seco por los tribunales de justicia. Por no mencionar el agrio enfrentamiento que tuvo en este contexto con la fiscal general del Estado Sally Yates, destituida a los pocos días de que Trump jurara el cargo tras recordar al presidente que por encima de su voluntad está la Constitución. Tras retirar el proyecto, debido al caos administrativo generado por una medida adoptada a toda prisa, Trump presentó un nuevo plan. Y otra vez fue paralizado, hasta el día de hoy, por la justicia federal.Después, el mandatario trató de destruir la reforma sanitaria introducida por su predecesor aprobando la suya propia. Pero ni siquiera fue apoyada por el Partido Republicano y no llegó a votarse en el Congreso. Y tampoco ha conseguido la aprobación de un presupuesto para construir el polémico muro con México; eso si, lo único que ha logrado es aportillar y odiar más a los mexicanos y latinos en general.

El discurso populista tiene un recorrido corto. No es extraño que el millonario neoyorquino tenga el grado más bajo en décadas, un simple 43% en aceptación de la gestión presidencial en los primeros días.

Además, Trump ha introducido un elemento en su forma de gobernar que se salta cualquier procedimiento establecido, incluyendo a su propio grupo de colaboradores: su cuenta personal de Twitter. En las largas noches frente al televisor, según él mismo ha revelado, le gusta utilizar la red social. Y lo hace igual para amenazar a Corea del Norte, presionar a la industria automovilística, atacar a la prensa, criticar a aliados como Alemania o discutir con el actor y ex gobernador de California Arnold Schwarzenegger. Realmente nadie sabe lo que va decir el presidente cuando activa su cuenta. Y no debería olvidar, como parece que lo hace a menudo, que cada palabra suya activa resortes en las Bolsas, ministerios de Defensa y cancillerías de todo el mundo. Y lo hace de manera magistral, un verdadero Hugo Chávez, pero de derecha, y además racista.

Pero sin duda uno de los elementos más desequilibrantes de la gestión de Trump es la incertidumbre sobre el proceso de toma de decisiones. Tras estos cien días en la Casa Blanca la mayoría de Gobiernos (aliados, indiferentes y enemigos), siguen estando a ciegas sobre quién dice qué y cuándo. Continúa el interrogante sobre el verdadero papel de Ivanka Trump y su marido, cuyos negocios prosperan en paralelo a las gestiones gubernamentales, o el de los militares nombrados para puestos clave, como James Mattis, secretario de Defensa, y Herbert Raymond McMaster, consejero de Seguridad.

Con este panorama resulta muy reveladora, y a la vez alarmante, la frase pronunciada por el presidente en una entrevista concedida durante estos días: "Pensaba que sería más sencillo". Nadie dijo que fuera fácil. Solo él, durante la campaña.

De seguir esa línea, su gobierno será un desastre y causará una tragedia mayor en los Estados Unidos, porque los huracanes son tan peligrosos que el mismo gobierno provocará un huracán de inestabilidad y de no mejorar las cosas en su gestión, terminará como Venezuela, sumido en el abismo más profundo.

Como Donald Trummp lo dijo "Pensaba que sería más sencillo", si cree que era más sencillo, debió haber buscado un asesor especializado en gestión de gobierno y que conozca la Casa Blanca por dentro, varios de los presidentes anteriores lo han hecho así, menos Trummp, que demuestra que es un ignorante de primera clase y nivel, y además es un burro; lástima que en varios países del mundo, incluyendo en Chile, se están formando varios grupos inspirados en la "doctrina" Trummp. Me temo lo peor, gracias al desecho humano que tiene Estados Unidos. Gracias.

Comentarios

  1. Muy buen artículo, y lo q asombra más es la irresponsabilidad de los electores al haber votado por este ente. Espero que en Chile no voten por el delincuente Piñera, o por la NM que mima a empresarios y golpea a los trabajadores.

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