Algo que decir...

Amigas y amigos: Quisiera dejar de lado los comentarios habituales y de contingencia para comentar algo que quería escribir hace varios días, y creo que más de alguien me va a entender.

Si alguien no lo sabe, soy profesor, pero no solo profesor a secas, tengo tres títulos de Pedagogía, soy Profesor de Educación General Básica, Profesor de Religión (por desgracia) y Profesor de Historia y Geografía, con mucho orgullo, porque no cualquiera ostenta estos títulos universitarios, debido a situaciones mayores, y sobretodo de índole económico, y además, mi mamá es profesora normalista, y yo aprendí con ella porque fue mi verdadera escuela mucho más que en las universidades en las que estudie la pedagogía.

En los años que levo ejerciendo, he aprendido de varias cosas, e incluso he recibido ayuda, tanto pedir como sin pedir, y yo no la he negado, y me siento orgulloso de recibir esa ayuda, porque es necesario y además, uno aprende más hacer nuestro trabajo.

En este trabajo he visto de todo, cosas buenas y cosas malas, de dulce y agraz, pero lo más lamentable que hay es lo poco y nada de reconocimiento que se le hace a la profesión docente, se nos trata como unos simples robot, que hay que hacer de todo e incluso, el agobio laboral se torna cada día más cruel. E incluso, gran parte de la gente joven que ingresa a la profesión docente, su gran mayoría no toleran los bajos sueldos y los malos tratos de directores, inspectores generales y jefes de las unidades técnicas pedagógicas, por cualquier cosa, e incluso se les olvida sus inicios cuando fueron terneros, porque cuando son vacas sagradas con otros sueldos, creen tener el poder para abusar, y es siempre así, incluso ellos sacan cualquier excusa para humillarlos.

Junto a eso, ven como malos ojos que ser normalista en estos tiempos es un peligro, porque como son los mejores profesores con autonomasia, con una vocación enorme y dedicación para y por los alumnos, que lamentablemente un grupo grandes de docentes jóvenes no tienen vocación, salvo algunos que lo hacen y excelentes. 

Que creen que ser amigo de los alumnos es lo mismo que dejar hacer, que tutearse con ellos y con los apoderados es lo mismo que ganarse a los alumnos, pero lo que más molesta es la poca cooperación y solidaridad entre colegas, el celo profesional hoy en día, y gracias a los mecanismos tecnológicos, la competencia desmedida es brutal, egoísta e individualista, los grupitos son grandes y enormes, y ven con envidia desmedida a quien hace bien el trabajo y quien hace la diferencia para aportillarlo de alguna forma teniéndole una trampa para perjudicarlo de alguna forma, porque en este trabajo el individualismo extremo es pan de cada día. Imagínense si alguien hace un aporte, en vez de agradecer o hacer sugerencia, lo consideran como una invasión, a veces es mejor quedarse callado y otorgar... si es que a eso se le puede decir.

Me hace recordar una situación bastante humillante que me sucedió hace algunos años, llega una colega profesora de historia, recién titulada a trabajar al liceo, muy guapa y atractiva, conversamos y nos toca por fortuna trabajar en paralelo, y le ofrecí mi ayuda con materiales que había elaborado para que los utilice y además elaborar su propio material, ella me dio la gracias y me dijo que no, además agregó que no me gusta que me ayuden porque yo lo hago sola; con su respuesta, da a conocer su actitud soberbia y egoísta de su parte, o que me hizo sentir mal. mejor bastante mal y herido, porque no me imagine este tipo de respuesta.

Pasó los meses, y en pleno consejo de profesores, el director nos avisa que la profesora está con sumario por un problema con un alumno, ella no estaba en ese momento, por lo que nos pidió que la apoyara. A mí, me quemaban las manos de contarles a todos en el consejo en pleno su actitud que tuvo conmigo, pero opté por callar y hacer un gesto solidario de su parte, conversé con el director y le manifesté mi apoyo a la colega, y me dijo que fuera a declarar en el sumario el día y la hora. Fui a declarar a favor de ella, por lo que estuve dos horas, y al mes siguiente la colega fue absuelta de todos los cargos del sumario a la cual estaba siendo objeto, ella estaba muy contenta, y cuando la cita el director a su oficina le dice que fui yo quien la defendió y que gracias a mí fue absuelta del sumario.

Ella me va a buscar al pasillo en lleno recreo y me da las gracias, con las lágrimas en los ojos, yo me sentí contento, pero en la conversación le manifesté su mal comportamiento y actitud egoísta, no solo por rechazar la ayuda con los materiales que tenía para trabajar en paralelo, sino por su respuesta que me hirió los sentimientos. Ella reconoció su error y me pidió disculpas, con sus ojos llenos de lágrimas, nos abrazamos y seguimos nuestro trabajo habitual. Hasta el día de hoy nos comunicamos y me pide ayude y consejos, y yo a ella. 

Otra situación similar pasó hace un mes con otra profesora en una situación similar y con la misma respuesta, es triste y penoso eso, e incluso ofrecí el mismo material a otros colegas y me lo aceptaron de forma inmediata, incluso se sintieron muy contentos por la ayuda dándome las gracias, y porque ella no lo aceptó, simplemente egoísmo y soberbia. 

Yo también comencé este trabajo, con la diferencia del resto, que me formé con mi mamá profesora, recibí ayuda de varios colegas desde el comienzo de mi ejercicio docente, y el cual estoy muy agradecido de ello y feliz, varios de los cuales tengo contacto hasta el día de hoy, y yo no me negué a su ayuda ni le dije que no me gusta que me ayuden porque me gusta hacerlo solo, simplemente toda ayuda es bien recibida como un aporte más a su crecimiento como docente y como persona, aunque algunos colegas no lo entiendan y/o se hagan los que no lo entienden.

Con esto, me pregunto, uno no puede lograr cambiar a las personas, pero uno hace lo posible que el mundo cambie, con todas estas cosas que pasan y están pasando en  el día a día, eso podrá suceder algún día... una simple pregunta para una simple respuesta.

Eso es lo que quería decirles a ustedes algo que me tenía muy inquieto y que pude expresar en esta tribuna, espero que lo lean y piensen un momento, independiente que estén o no de acuerdo con la crónica, es simplemente cuestión de voluntad. Gracias.


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