Especiales de Semana Santa: Clases de Religión

Amigas y amigos: En esta crónica, quisiera contarles de mi propia experiencia personal, una de las asignaturas del actual sistema educacional chileno, que a mi juicio es el pariente pobre de todas las asignaturas, que no se le toma el valor que tiene, donde establecimientos educacionales, ya sean municipales, particulares subvencionados y particulares privados los tienen por cumplir con la ley, pero otros, simplemente optan por no tenerlos para así ahorrar dinero y recursos; me refiero a las clases de Religión.

Mi experiencia comienza en el año 2001, cuando decidí, por iniciativa propia entrar a estudiar la carrera de Pedagogía en Religión para Educación General Básica y Media, simplemente por una mera curiosidad, e incluso participaba en los grupos de la parroquia del sector en donde vivía. Entre a estudiar por una mera curiosidad, y lo veía en el colegio municipal en donde trabajaba en ese entonces, por las actividades que hacía la profesora a mi curso que tenía en aquel entonces; y además porque entré a un programa especial para profesionales de la educación quienes desean estudiar Religión.

Cuando me titulé el 2004 me sentí con ciertas dudas, no solo por la asignatura, sino con una interrogante, dónde me estoy metiendo, a dónde voy a parar con esto me preguntaba de forma desconfiada, pese a todo, tres años después de haberme titulado, empiezo a ejercer la asignatura. Comencé ejerciendo la docencia en Religión en tres establecimientos educacionales, dos de ellos eran de la misma sociedad educacional, y el último de otro sostenedor, en total tenia 43 horas en total forma semanal en tres colegios. Era bastante el trabajo y muy desgastante, junto con lidiar con alumnos que no quieren trabajar y de los abusos que eso implica.

Como ustedes saben, Religión es una asignatura optativa que solo es evaluado concepto, ya sea Muy Bueno, Bueno, Suficiente e Insuficiente; con esto no incide ni afecta al promedio académico, solo para el documento, y eso es el problema, porque los alumnos, sobretodo los alumnos más grandes, quienes no quieren trabajar y les da lo mismo si quieren o no sacar buena o mala nota, total para ellos no inciden en el promedio la calificación de Religión, y eso es una gran lucha que tenemos día a día para que puedan trabajar.

También, me ha tocado la ocasión que la mayoría de los planes y programas de Religión son católicos, porque los apoderados deciden si optan por la clase de Religión al momento de matricularlo, los que optan, trabajan en la clase, los que no, simplemente quedan eximidos, y qué harán a esa hora, ese es otra de las interrogantes, y como casi nadie les interesa la asignatura, es complejo hacer clases en el aula con esas condiciones, y no faltan los aprovechamiento de personas que estando inscritos en la asignatura por los apoderados, dicen querer eximirse porque no quiero trabajar y/o me da flojera. Hay que decir que en otros colegios, ante situaciones de este tipo, los separa, los que hacen Religión y quienes no, en otra sala; una medida bien ordenada y planificada.

Pero en otros colegios no, según argumentan no hay salas disponibles y los alumno deben estar en la sala, pero les importa un carajo si cometen o no desorden en la sala, por lo que el desgaste es mayor, y aún así, los consideran que los profesores de Religión no tienen carácter ni dominio de grupo.

En mi caso, y con mi carácter fuerte que ostento, que a veces me ha favorecido como me ha jugado malas pasadas, he tenido que lidiar con este tipo de complejidades. Aunque los directivos me digan que hay que entregar valores, yo les he preguntado a ellos, ustedes entregan valores que tanto me piden que lo hagan en la asignatura de Religión, y junto con otras peleas que he sostenido en todos estos año, prácticamente me empiezo a aburrir.

El gran detalle está en que muchos colegios necesitan profesor de Religión, porque son los que más faltan, y en estos tiempos, uno prefiere no hacer la asignatura, salvo si uno tiene otras asignaturas qué hacer, por lo menos uno no pierde el sentido, acompañado de otras asignaturas, y eso es bueno en general, pero hacer solamente Religión a secas, es otra cosa.

Lamentablemente, aunque las instancias superiores saben y tienen conciencia de situaciones que ocurren en los diversos establecimientos educacionales, como es el caso de la Vicaría de la Educación del Arzobispado de Santiago, pese a los cursos de perfeccionamiento que hacen para realizar mejor nuestro trabajo, no solucionan en parte el problema de fondo, simplemente dan soluciones de parche, típicas de instituciones que dicen ser cristianas, solo cuando les conviene.

Desde de mi experiencia de hace 10 años ejerciendo la asignatura de Religión, por desgracia, he tenido que pelear por esta situación solo, porque de apoyo no tengo, y he tenido que arreglármelas solo como sea. Eso sí que Religión, me ha servido para poder vivir, comer, pagar cuentas y estudiar otra especialidad de la pedagogía a la cual con orgullo ostento, porque a parte de ser Profesor de Educación General Básica, soy Profesor de Historia y Geografía, junto a eso soy soltero, sin compromiso y sin hijos, por lo que puedo darme ese privilegio de hacer más cosas todavía.

No sería tanto las horas que uno tiene, sino la asignatura a la cual hay que hacer clases, ese es el detalle y el problema, llevo más de dos décadas ejerciendo docencia, me falta más por entregar y aprender de lo que he hecho hasta ahora, e incluso reaprender varias cosas, sobretodo en estos tiempos que estamos viviendo hoy en día; lo que sí y siento una corazonada muy grande que la asignatura de Religión, así como van, tenderá a desaparecer, y eso será realidad en un tiempo más, porque ya casi no la toman en cuenta y lo consideran como un recreo más.

Los únicos que se van a salvar de esto son los colegios católicos y cristianos que sí toman en cuenta, en parte la asignatura de Religión como parte obligatoria, y a su vez, forzada a los estudiantes, aunque en otros colegios de orientación cristiana y católica caen en las malas prácticas de los otros establecimientos comunes frente a la asignatura de Religión.

Cuanto deberá soportar esto... a veces es mejor tolerar, pero todo tiene un límite, porque quienes se llenan la boca hablando de valores son los primeros que critican hipócritamente nuestra labor, y cuando se les critica a ellos, ponen el grito en el cielo, como si fuese un cataclismo. Gracias.

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