Cambio de Gabinete


Amigas y amigos: Hace más de una semana hubo el cambio de gabinete al interior del Gobierno del Presidente Sebastián Piñera Echenique con las sorpresas que ya todos sabemos, y como siempre se pensaba, a modo de rumores, quienes iban a salir, quienes entran y quienes trasladan, muy típicos en este tipo de aparataje, junto con la logística preparada para la ocasión. Y la verdad de las cosas, y las razones del cual pretende el Presidente Piñera con el cambio realizado.

No es necesario tener tanta lucidez para darnos cuenta que este gobierno ha sido tan vapuleado en la historia, como otros casos como el de Caval, que para Michelle Bachelet es una mera anécdota pequeña ante los golpes que ha sufrido el actual gobierno, abandonando su actual programa de gobierno, debastado desde el 18 de Octubre, incapaz de contener el orden público e impedir miles de delitos flagrantes, entregando a la Constitución tan defendida por las huestes de derecha, bajo amenaza de ser derrotado por la acusación constitucional en contra del presidente Piñera, acosado por la pandemia del Coronavirus ante una gigantesca crisis económica con un desempleo nunca antes visto y con un parlamento defacto con agresiones y agregaciones de normas constitucionales.

Despojado el presidente de todas sus facultades, porque también ha demostrado su cobardía frente a enfrentar situaciones gravísimas, porque su cabeza es la mala, qué diablos puede hacer en este escenario, me pregunto yo...

Sebastián Piñera en medio de la confusión que él mismo la buscó, y para entender que habiéndolo perdido todo, solo tienen una posibilidad para revindicarse: Entregar la banda presidencial a alguien de derecha y dar un paso al costado. Eso lo he mencionado en varias ocasiones en mi canal de youtube y lo sigo sosteniendo, porque primeramente su cabeza está mal, y mal mentalmente, pero; a quién le puede entregar la banda presidencial.

Ese alguien que puede ser clave, primeramente en la persona del Ministro del Interior y Seguridad Pública Víctor Pérez Varela, y el segundo Joaquín Lavín Infante, el actual alcalde de Las Condes, éste último y como el actual presidente son economistas y podría arreglar las cosas, mejorar el país, y poner orden.

La revista The Economist hizo una lista de 43 países con déficit fiscal, y Chile está en el 4º Lugar, y hay parlamentarios como Lagos Weber y Montes, que también "saben" de economía, dicen que es bueno abrir al billetera y todo eso es insuficiente. 

Como el gobierno tiene odio y desprecio por las comunicaciones, ni siquiera el gobierno ha sido capaz de decirle a los chilenos que no hay dinero; detallista y desconfiado de la inteligencia de los demás, en su pretensión de revisarlo todo, el presidente llegó tarde con cada medida que anunció, una con tanto requisito que enredan cada día más a los ciudadanos, una decepción tanto numeral y la tesis de la letra chica se extiende de forma imparable, ahora con cifras de desempleo nunca antes vistas. Con un simple ejercicio, si usted suma la cantidad de cesantes, aquellos que dejaron de buscar trabajo y a los que tienen sus trabajos suspendidos, se llegan a una cifra del 40% de cesantía, y los desocupados han aumentado en un  50% en los últimos dos meses, y en este ambiente de derrota, se instala el nuevo gabinete, y un gabinete que no mira a la oposición, sino que mira a la sucesión.

Lo que busca el Presidente Piñera es oxígeno, porque está ahogado, frescura, retomar, en parte la agenda, las graves crisis económicas, las quiebras, el desempleo, ofrecerles una nueva imagen institucional en base al Plebiscito, revindicar la pasividad que ha tenido en resguardar el orden público y revertir la derrota que la derecha tendrá en el Plebiscito y la discusión constitucional que tendrá cuando, supuestamente Sebastián Piñera entregue la banda presidencia y el mando a Joaquín Lavín, y es una enorme tarea.

La periferia del cambio de gabinete parte con Alberto Espina, que cometió el error de decir no al Presidente Piñera, porque quería promoverlo a una cartera de más envergadura, porque para Piñera, no le interesa el Ministerio de Defensa Nacional (por su sangre en el ojo hacia las fuerzas armadas y que lo sigue manteniendo hasta el día de hoy), le ofreció el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Espina le dijo que no, mejor el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, o simplemente se queda en Defensa, y Alberto Espina, mal informado no entendió que Piñera está en el proceso de la sucesión y ahí vino la pasada de cuenta, Alberto Espina tuvo que salir. El problema es que nunca, desde la época del gobierno y dictadura militar del Capitán General Augusto Pinochet Ugarte, las Fuerzas Armadas y de Orden están tan desplegadas en el territorio nacional y hay que designar a los tres Comandantes en Jefes, pero con la salida de Alberto Espina llega el Subteniente en retiro de Carabineros de Chile, Mario Desborde al Ministerio de Defensa Nacional, quien es el principal opositor de la actual gestión de Piñera, el que abrió la puerta al retiro de l0% de los fondos de las AFP, el que repitió varias veces que el al gobierno le falta calle, y que él si tiene calle, y fue designado Ministro de Defensa Nacional, que para Piñera, tiene poco poder y calle, pero se equivoca porque tiene poder y mucho poder, más de lo que uno imagina, el problema es que Piñera no lo quiere reconocer por su desprecio hacia las instituciones castrenses..

Mario Desborde sufrió una "metamorfosis", frente a todo y al ser consultado, a minutos de su designación como Ministro de Defensa Nacional, como si fuera un PC reformateado (a nivel computacional), y en tercera persona dijo que hubo diferencias en él como parlamentarios entre Andrés Allamand, quien ha tenido varios encontrones, pero no hay diferencias entre ministros como Andrés Allamand, designado Ministro de Relaciones Exteriores.

Con esto, basta que con un nombramiento, las convicciones, por propia confesión que sea, defiendo a las gente, se esfumara de la noche a la mañana, y dentro hay factores emocionales, y su reiterado recuerdo de haber sido Carabinero y llegar al Ministerio de Defensa Nacional, ese logro puede jugarle una mala pasada por los dichos personales cuando era parlamentario en los últimos días.

Ya en el primer gobierno de Sebastián Piñera, quiso nombrar a Mario Desborde como Subsecretario de Carabineros y en los altos oficiales le dijeron que no querían someterse a un ex subteniente. Sebastián Piñera no lo ha premiado con un cargo como dicen algunos, simplemente lo neutralizó, mediante un abrazo, que puede ser un abrazo de oso, aunque por el transcurso de que pase el tiempo, puede haber en una posible traición y una gran puñalada por la espalda, típico de las traiciones políticas, pero hay algo más; Joaquín Lavín dijo que el proyecto para la clase media era malo y lo torpedeó mortalmente, y Desborde dijo lo mismo, y esta coincidencia no es casual porque Mario Desborde es hombre Lavín en el gabinete, aunque les duela y no les guste.

El caso de Gonzalo Blumel es triste, similar a la situación vivida por el economista Rodrigo Peñailillo en el segundo gobierno de Michelle Bachelet, cadáveres políticos caminando por la gran ciudad (lo que a mí me encanta ver y disfrutar, que cuando hay caídas políticas de peso, hago una gran fiesta), con derrotas enormas, con la seguridad pública en el suelo, en fin.. qué queda con las cuarentenas y el toque de queda de militares y policías, robos con homicidios , habiendo aumentado en un 120%, aunque el caso es simplemente político como también policial, pero ante Blumel, con todo los problemas que ya todos conocemos.

Veamos a su reemplazante en el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, Víctor Pérez Varela, un duro histórico del Partido Unión Demócrata Independiente (UDI), que se dice de derecha a secas, que habla de gobierno militar no de dictadura, de régimen militar. La UDI llega a la jefatura de gobierno luego de las pataletas de su presidenta Jacqueline Van Ryseelberghe.

Víctor Pérez Varela es un hombre de región, de Los Ángeles, de larga vida parlamentaria, pero con una UDI destruida en su zona, y muchos lo culpan por esa destrucción. Podrá Pérez Varela imponer orden en La Araucanía, qué hará con los proyectos inconstitucionales. Al Ministro del Interior y Seguridad Pública ser simpático, Pérez Varela es un hombre serio; mi pregunta es será capaz, y lo dejarán actuar con autonomía de decisión, y que tienen sangre en el ojo con el Fiscal Nacional Jorge Abott. 

Una respuesta es la que se da a la siguiente afirmación: Este nombramiento hay que entenderlo también como la clave del alcalde de Las Condes Joaquín Lavín, porque Víctor Pérez Varela es un hombre absolutamente leal a la UDI y a su presidenciable Joaquín Lavín.

Se fue el Canciller Teodoro Ribera, y al parecer este gobierno cambia de canciller a cada rato, Andrés Allamand es el tercer canciller que asume el cargo en el Ministerio de Relaciones Exteriores, en poco más dos años. En la elocuencia de este gobierno, etapa que le había quedado chico Chile a Sebastián Piñera en el liderazgo internacional, de ser la voz de la derecha en América Latina, el que organizaba la APEC, quería codearse con Trump, con Xi Jinping, con Putin y con unos cuantos más, quería se el país líder en el medio ambiente, quería organizar la COP 25 en tiempo récord, que reuniría a todos los países del mundo preocupado aquí en Chile, el país que organizó PROSUR, Sebastián Piñera el señor que fue una especia de profeta en su tierra, ahora es una pesadilla, partiendo por él mismo, porque todo se viene abajo.

Teodoro Ribera trabajó para arreglar los platos rotos y preocuparse de los Campor de Hielo Sur, de la Plataforma Continental de Argentina, de las cuencas hidrográficas que comparten con Argentina, del cable submarino a Asia, de las relaciones internacionales con la India, pero pese a todo, Teodoro Ribera tuvo que irse, aunque existió la posibilidad de llegar al Ministerio del Interior y Seguridad Pública, que no está con ninguna de las facciones del Partido Renovación Nacional, pero habría pedido que se aplique el artículo 33 de la Constitución Política del Estado, ese que indica que todos los ministros son colaboradores del Presidente de la República, y además que señala que pueden ser colaboradores de la labor del Estado, por lo que el Presidente Piñera no le aceptó esa parte y que esa petición no era funcional a un gabinete en campaña, y Víctor Pérez Varela sí lo es, demostrando que el gran interés de Piñera por las relaciones internacionales era simplemente un interés personal, mala cosa de tener tres cancilleres en dos años y medio.

Y llegó Andrés Allamand Zabala al Ministerio de Relaciones Exteriores, quien soñó con ser canciller, y con esto ha demostrando que se dio cuenta que no tiene ninguna posibilidad para una candidatura presidencial, renuncia a disputar el cupo por Lavín y no deja de ser loable después de años de intento. No se tiene idea a lo que va, pero si sabemos que Chile a escondido los desafíos internacionales bajo la alfombra. Piñera con Allamand y Desbordes son una especie de clones ideológicos que tienen a dos sectores de Renovación Nacional en el gobierno, todos funcionales al nuevo plan presidencial de sucesión.

Cristian Monckeberg, uno de los fracasados con el retiro de los dineros de las AFP, cuando era miembro del equipo político, logró mantenerse y pasarse al Ministerio Secretaría General de la Presidencia, un cargo que tuvo a su cargo Cristian Alvarado como la magnitud de su fracaso. Alvarado llegó con una aureola de Chiloé, el conocedor de los vericuetos del Congreso Nacional, el hombre bonachón, con pocos anticuerpos y gran negociador, pero la política ahora no está para encandilar con este tipo de prestaciones.

Alguien podría afirmar que uno de los misterios mayores es Jaime Bellolio, una de las promesa de la UDI para afanes mayores, un contradictor permanente de Jacqueline Van Rylseelberghe, opositor a sus ideas y a su estilo, respetado entre sus pares. La pregunta es qué le dio a Bellolio ir a quemarse en el gobierno, por entrar en combustión de manera gratuita al Congreso Nacional y que consideraba tóxico, un Congreso Nacional que consideraba los que estudian y con un eslogan permanente, un reino de la torpeza, había decidido no ir a la reelección. 

Todo esto es comprensible, entender, pero es posible ir al Ministerio Secretaría General de Gobierno, a la vocería de Gobierno, será el ministro que tendrá que explicar con buenas palabras las boberías y las imbecilidades, las torpezas y las malas políticas de otros, de todos los otros; al parecer es un suicidio político que quiera ser odiado, con un presidente que es odiado por más de un 76% de los ciudadanos, en fin, todo esto está bien, un desertor de la UDI en el gobierno, el contrapeso de Víctor Pérez Varela, pero la verdad es que no es contrapeso, porque Jaime Bellolio es funcional a la candidatura de Joaquín Lavín, y a estas alturas está mucho más cercano al alcalde de Las Condes, o mejor a su pragmatismo que a Jacqueline Van Ryseelberghe, simplemente es otro hombre de Lavín en el gobierno.

Para la derecha ganar las próximas elecciones en una época de normalidad sería imposible, pero con una oposición dividida y sin proyecto, sería gran oportunidad, y creen seguir en el poder, y luego tendrán de razón que la debacle, que todos los países razonables, que hablan de reactivación económica, de crecimiento, de empleos y en Chile, a oposición, respecto a todas estas materias, ofrece un silencio atronador lo que debe ser un próximo gobierno y ya hay malas noticias, el liderazgo del Frente Amplio (que son como la toalla Nova, limpia, seca y se va... a la basura) no es precisamente bondadoso con esos conceptos, porque quiere tener a Chile en la miseria absoluta. Problema para la derecha, Lavín es bien mediocre en campaña, pierde más elecciones en campaña.

Se decía hasta hace poco que el problema del gobierno es que la solución a los problemas están en manos del problema y parece que el problema solo está en una manera de salvarse. 

Este gabinete, absolutamente parlamentarizado, tiene enormes desafíos,... en verdad, desafío: Que Lavín sea Presidente, y el gabinete en campaña, el gabinete en que Sebastián Piñera pretende salvarse y eso solo ocurrirá si Joaquín Lavín es Presidente, y aunque les duela o no, comenzó la campaña presidencial.


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