Especiales Xi Jinping: China después de la muerte de Deng Xiaoping


Amigas y amigos: Continuando con los especiales de Xi Jinping, el Presidente de la República Popular China y el propio país asiático, diremos que víctima de la enfermedad de Parkinson y de su avanzada edad, Deng Xiaoping fallecía en Pekín el 19 de febrero de 1997, apenas unos meses antes de que se cumpliera uno de sus grandes sueños, la restauración de la soberanía china sobre Hong Kong. El 1 de julio de 1997, según lo acordado muchos años antes por Deng Xiaoping con Margaret Thatcher, la bandera británica se arriaba definitivamente en Hong Kong, que se convertía en región administrativa especial de la República Popular China. Dos años después, el 20 de diciembre de 1999, Macao, tras más de cuatro siglos de presencia portuguesa, pasaba a ser la segunda región administrativa especial.

Tanto en Hong Kong como en Macao se aplicaría el modelo de administración conocido como "un país, dos sistemas", lema acuñado por el propio Deng Xiaoping con el que se designaba la convivencia de dos sistemas económicos diferentes, el socialismo con características chinas de la China continental y el capitalismo legado por los europeos en Hong Kong y Macao. El objetivo declarado de este sistema era ofrecerlo también a Taiwán como una opción atractiva para los ciudadanos de la isla para la reunificación nacional. A pesar de los contactos durante la década de 1990, Taiwán, la llamada "provincia rebelde", se mantenía bajo la soberanía de la República de China, en una separación política que duraba ya cincuenta años, y que ha continuado hasta el día de hoy.

Tras la muerte de Deng Xiaoping y la recuperación de la soberanía sobre Hong Kong, la economía china continuaba su crecimiento vertiginoso. Las dudas de que este crecimiento, amenazado por problemas como la creciente tasa de inflación y la falta de competitividad de muchas empresas públicas, pudiera mantenerse, se vieron agravadas por la crisis financiera asiática de 1997. Aunque la crisis comenzó en el sureste asiático, sus efectos pronto afectaron a Corea del Sur, a Taiwán y a Hong Kong y se extendieron los rumores sobre la inevitable depreciación de la moneda china, el renminbi. Sin embargo, en contra de los pronósticos de la prensa económica extranjera, la solidez del crecimiento económico chino, apoyado en las políticas diseñadas por Zhu Rongji, permitió a China evitar la depreciación de su moneda y salir muy fortalecida de la crisis financiera que asoló al resto de Asia Oriental.

En el plano ideológico, Jiang Zemin enunció su teoría de la Triple Representatividad, según la cual el Partido debía representar a las "fuerzas productivas avanzadas", a la "cultura avanzada de China" y a "los intereses de la mayoría del pueblo". La importancia de esta teoría, que ha sido promovida como parte del acervo ideológico del Partido, junto a los pensamientos de Mao Zedong y de Deng Xiaoping, radica en que, por vez primera, el Partido Comunista abandona la idea de la lucha de clases, según la cual representaría a la clase de los campesinos y los trabajadores, y pasa a representar simplemente los intereses económicos y de progreso del país. Ésta es la interpretación más habitual y la justificación de que el Partido Comunista, a partir de la época de Jiang Zemin, haya aceptado entre sus miembros a representantes de la clase empresarial, como muchos hombres de negocios de Hong Kong que en la actualidad ocupan cargos en el Partido. De esta manera, en los últimos años del siglo XX el sistema político chino completaba una transición iniciada en la época de Deng Xiaoping pasando de un modelo de inspiración soviética a un modelo de autoritarismo político combinado con capitalismo económico similar al que se aplicó en países asiáticos como Singapur o Malasia.

A principio del siglo XXI, se confirmó el relevo generacional en la cúpula de poder de la República Popular China. Entre los años 2002 y 2004, Jiang Zemin fue reemplazado en todos sus cargos por su sucesor Hu Jintao, el actual presidente de la República Popular China, que ha consolidado así su posición como máximo líder chino. Hu, al igual que el actual primer ministro Wen Jiabao, pertenece a la cuarta generación de líderes comunistas chinos. Bajo su liderazgo, la economía china ha continuado su expansión. El producto interior bruto, excluyendo a Hong Kong y Macao, ha rebasado en los últimos años a potencias económicas como Italia, Francia, el Reino Unido, Alemania y Japón, lo cual ha convertido a la República Popular China en la segunda mayor economía del mundo tras Estados Unidos. Durante el mes de marzo de 2006, se anunció que las reservas de divisas extranjeras de la República Popular, incluso descontando a Hong Kong y Macao, se habían convertido ya en las más grandes del mundo por delante de las de Japón.

En abril de 2012 la expulsión del conservador Bo Xilai, "uno de los líderes más influyentes y carismáticos de China", del Politburó del Partido Comunista Chino a causa de la presunta implicación de su esposa en el asesinato de un hombre de negocios británico (a quien supuestamente pidió ayuda para sacar una gran suma de China) provoca la "peor crisis política que ha vivido el país desde las protestas de Tiananmen en 1989 ya que su caída "ha facilitado el camino a los reformistas, que se disputan con el ala conservadora los asientos en los máximos órganos del poder que se renovarán en el XVIII Congreso del Partido Comunista Chino a finales de año".

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