Especiales Universitarios: Gobiernos universitarios compartidos


Amigas y amigos: Comenzamos un especial durante toda esta semana relacionado con los universitarios, vidas y experiencias que he visto durante mi etapa como estudiante universitario, y de algunas situaciones vividas durante ese período, que para mí, me gustaría volver a vivir nuevamente, pero quiero partir por un artículo publicado en el diario El Mercurio de Santiago hacen varios meses y hace referencia en su análisis editorial de los domingos sobre la semana política, en donde habla sobre el fantasma del cogobierno, sobre la facultad de de otorgar a los alumnos de la Pontificia Universidad Católica el voto en las decisiones del consejo superior, lo que antiguamente tenía voz, ahora tienen voto.

La idea de un gobierno compartido entre profesores y estudiantes, en cualquier universidad se le puede causar un gran daño a mi juicio personal en calidad de docente, en primer lugar, en el consejo superior, en consejo de facultad, los votos de los docentes y académicos están bastante divididos, y habiendo intervenido personas que no tienen por qué intervenir, debido a que no tienen la capacidad de hacerlo, a modo de ejemplo, si la universidad permanece o no en la gratuidad, alguien puede pensar que los estudiantes pueden votar en contra de la decisión de la universidad deje la gratuidad, u como no faltan algunas personas, que dejen la gratuidad.

En cosas más domésticas llamadas departamento y/o facultad en la conformación de un currículum, la calificación de los profesores, la promoción de los profesores, instancias en donde los consejos de facultad, consejos de departamentos u otras comisiones dadas en esas instancias integradas por alumnos verían afectadas la calidad de la toma de decisiones de forma grave, personas que están ahí de paso, 4 o 6 años, otros que están entre 1 a 2 años en la representación estudiantil, se cansan, pero que podrían dejar con su voto una impronta muy dañina respecto de la decisión tomada.

En segundo lugar, lo que suele producirse y que es parte de ese fantasma es la idea de la tridiestamentalidad, que hay 3 estamento en la universidad que tienen el mismo valor, que reciban votos diferenciados, 60% para unos, 30% para otros y 10% para el resto, esos estamentos como profesores, estudiantes y administrativos tendrían la misma capacidad de toma de decisiones para concurrir a las votaciones y su efecto es grave, porque comienza a alinearse determinados profesores con determinados alumnos con determinados administrativos, que obviamente obedece esa administración a ideas externas a la vida universitaria y eso lo reflejan públicamente, porque la gente de izquierda tiende a agruparse, la gente de derecha tiende a agruparse, la gente de derecha tiende a agruparse, ya no es la materia y el contenido la que genera los vínculos entre profesores y estudiantes, sino una cuestión ideológica extrauniversitaria, lo que daña gravemente la convivencia interna de la universidad, hay recelos entre profesores alineados entre determinados alumnos y no con otros, alineados con determinados administrativos y sindicatos, cosa que no viene al caso mínimo, cuando la vida universitaria se entiende como la confluencia y sumatoria, y no la disputa entre los distintos grupos.

En tercer lugar, planteadas así las cosas, la primera y la segunda, consecuencia en donde la universidad vuelve a ser un botín muy interesante para partidos políticos y movimientos insurrectos, que hoy día no ven cómo entrar generando dirigentes estudiantiles que respondieran a directrices que respondieran de carácter administrativos en los sindicatos, y vamos encontrando más de alguno como lo han encontrado en algunas huelgas y tomas, como profesores que se alineen con ese determinado partido.

Lo que es peor, es que la Universidad dejará de ser el lugar del diálogo, de la reflexión, y será el lugar de la confrontación y del conflicto, con simbolismo bien grande que puede ser el gran botín para mafias políticas que pretenden a toda costa entrar a la universidad, porque tienen el simbolismo de la inteligencia, de la cultura, de la juventud, se puede hacer muy interesante para los partidos que los movimientos pueden influir en ella y quedarse de alguna manera con ese símbolo a unas mayorías circunstanciales que toman el control de esa universidad. La más dramáticas de todas esas consecuencias es la pérdida del nivel académico, la rebaja de aquellos de alguna manera, las corporaciones se ha conseguido excelencia... porque se va perdiendo el ámbito y el afán común, se va transformando en conflicto y disputa, y eso transforma el proceso tanto a corto y mediano plazo, pero la historia nos enseña que hay que mirar las cosas y hechos con un poco de perspectiva y quienes han funcionado no mantener ni menos comprender la historia, sobretodo los que van a producir providencialmente. Gracias.

Comentarios

  1. Estimado: este comentario es casi idéntico a mi columna de Bío Bío Tv del 5 de julio de 2018. Gonzalo Rojas Sánchez

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