La Semana: El Brexit y su posible desgracia


Amigas y amigos: La Primer Ministra de Inglaterra Theresa May tiene un carácter complicado. No es la persona con la que resulte más fácil negociar, e incluso muy dura de cabeza, simplemente una mujer indomable. Y, ni siquiera en los momentos más críticos, su propio Gabinete ha sabido qué pasaba realmente por su cabeza. Políticamente se podría decir que es un "zombie andante". No cuenta con autoridad entre sus ministros ni liderazgo entre las filas. Y, sin embargo, está determinada a cumplir con su palabra y sacar al Reino Unido de la Unión Europea el próximo 29 de marzo. Su obstinación no responde tanto a ansias de poder sino al entendimiento del deber que interiorizó en su niñez, como hija del vicario anglicano. Lo que se empieza se acaba. El problema es que con el Brexit, el empecinamiento está cerca de convertirse en actitud temeraria.

Después de que el Acuerdo de Retirada cerrado con Bruselas fuera rechazado la semana pasada por sus señorías por 432 votos en contra (incluidos los de 118 parlamentarios rebeldes) frente a tan sólo 202 votos a favor, May debe presentar este lunes un Plan B. Su estrategia pasa ahora por negociar un acuerdo bilateral con la República de Irlanda (Norte y Sur). Pero diputados rebeldes de distintas formaciones están preparando diferentes enmiendas para extender el artículo 50 del Tratado de Lisboa con el objetivo de evitar el escenario caótico de un Brexit sin pacto. En definitiva, un auténtico Juego de Tronos que poco ayuda a poner fin a la peor crisis institucional de la historia del Reino Unido.

En Downing Street, la casa de gobierno de Inglaterra, en Londrés, los ánimos están realmente tensos. Alrededor de 20 miembros del Gabinete podrían presentar en masa su dimisión en los próximos días si no se apuesta por una versión del divorcio más suave. Pero May - que sobrevivió la semana pasada por sólo 19 votos a una moción de confianza contra su Ejecutivo - no quiere moverse de sus líneas rojas. Considera que un acuerdo bilateral con Dublín puede conseguir ahora el respaldo de la Cámara Baja al eludirse el problemático 'backstop', la salvaguarda para evitar frontera dura en Irlanda.

Esto define un contexto, lo que significa en la práctica replantear sus relaciones diplomáticas y comerciales con los Estados Unidos y con los países de Asia, sobretodo con China, en ese sentido, el Brexit más allá de cómo sea el Plan B que presente Therea May con un acuerdo bilateral con Irlanda del Norte y del Sur, sea más blando y que dejen contento a todos respondiendo a los intereses para Inglaterra en su proyección hacia Europa y el resto del mundo, van a ser los principales elementos de debate a futuro.

Pero hay otras cosas que son importantes destacar; la primera de ellas, la unidad de la Unión Europea resulta fundamental poder enfrentar relaciones comerciales con China, una estrategia de aquí al 2030 que está centrada en cómo China logra entrar unilateralmente a Europa, negociación que lleva meses instalada en cada país de la Unión Europea, y que éste deberá tomar decisiones asociadas compuesto en la distribución de poder mediante las elecciones a efectuarse en Mayo, y que dependerá a cómo se verá el comercio, la economía, la seguridad y la manera de cómo enfrentar a China, a Rusia y tener una mejor decisión con lo que pasa en Medio Oriente, respecto a la relación con Estados Unidos, dependiendo de la agenda diplomática que tenga el Presidente Donald Trummp, y respecto a cómo Inglaterra se mantenga como unión aduanera, se mantenga dentro del Brexit, con o sin referéndum de por medio, y las negociaciones finales son de una complejidad muy alta que los conceptos de seguridad asociada a la globalización van a estar presentes de forma fundamental y a nivel mundial.

En esta perspectiva, el Brexit no solo debe mirarse en como un problema político interno en Inglaterra, sino que debe mirar en el contexto frente al contexto internacional de los cambios y al multilateralismo instalado durante varias décadas que puede ser moderado o limitado que propone Estados Unidos que va en contra de la idea planteado China y que hay otros países como India o Rusia y de los propios países de la Unión Europea, sobretodo aquellos países de la Europa del Este que lo están mirando de una forma distinta.

La principal implicancia del Brexit va estar dada por los resultados geopolíticos y estratégicos de una nueva distribución de poder respecto a las negociaciones frente a las potencias económicas, respecto a que Inglaterra esté o no en la Unión Europea, pasa a ser un elemento decisivo que por supuesto, pasa más allá de lo económico y de lo financiero, y tiene una incidencia política internacional y en la seguridad. Gracias.

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