Especiales 60 años de la Televisión en Chile: La televisión en Chile actual


Amigas y amigos: En estos especiales que hemos hablado sobre el desarrollo de la televisión en Chile en sus 60 años de existencia, pese a sus experimentaciones hechas antes, a modo de prueba, quisiera hacer este comentario sobre ella, haciendo una analogía a lo que era antes la televisión, a cómo yo, como televidente he sido testigo privilegiado de sus desarrollo y que hoy han tenido varios cambios, tanto para bien como para mal, éste último sobre el buen uso del lenguaje que cada día se está perdiendo y de los malos ejemplos que entrega.

Desde muy niño he sido un gran televidente, e incluso adicto a la televisión, después de la radio, estár frente a la pequeña pantalla, la caja chica la pantalla chica o la caja tonta como lo quieran llamar huy, en donde tenía que mover las perilla para cambiar de frecuencia, y que hoy la hacemos con el control remoto, algo bien divertido pero a veces se torna engorroso hacerlo por la gran cantidad de canales temáticos que la mayoría posee en la televisión de paga, debido a que la mayoría de las personas prefieren pagar un poco más por la decepción de los contenidos de la televisión abierta de libre recepción, que en su mayoría son de mala calidad y rostros de televisión que simplemente no son un aporte, sin desmerecer a las nuevas generaciones que sí tienen talento frente a las pantallas de la televisión.

La televisión que yo comencé a ver por primera vez, tenían los principios claros: educar, informar y entretener, habían muchos espacios dedicados a la cultura y educación, que entregaban valores y se cultivaba el buen lenguaje castellano, el tronco fundamental de la raíz del idioma de Cervantes. E incluso las telenovelas, tanto extranjeras y las que se producían en Chile, cultivaban bastante el correcto uso del lenguaje, sin llegar a la vulgaridad y la grosería barata como lo que vemos y oímos en la actualidad en la televisión.

Antes, los programas son un gran aporte, se cultivaba los valores nacionales, se elevaba la cultura a nuestra gente con objetividad, la dicción era un ejemplo para todos junto con la cultura, los rostros eran personalidades de renombre, con educación y respeto, éste último es lo que predominaba en el público, y al oírlo era un ejemplo para todos, sobre todo en los niños; por desgracia estos elementos positivos se están perdiendo producto a las malas decisiones de ejecutivos que no piensan en la cultura de nuestra gente, sino en las ganancias que pueden producir un programa de televisión por  concepto de altos índices de sintonía y las agencias publicitarias que prefieren este tipo de programas que optan por la grosería, las descalificaciones y la mala palabra, e incluso las peleas y el chismorreo barato frente a las pantallas, eso es sinónimo de éxito para la televisión hoy.

Los inicios de la televisión en Chile, fueron bajo el alero de las universidades y hoy casi no queda nada de esa televisión universitaria, primero con el canal de televisión de la Universidad de Chile, cuando el grupo Cisneros de Venezuela compra acciones de la televisora convirtiéndola en lo que hoy Chilevisión, y que ha tenido dos dueños, Sebastián Piñera con Bancard Inversiones y Time Warner, sus actuales propietarios, después el turno fue de Canal 13 de la Corporación de Televisión de la Pontificia Universidad Católica de Chile, cuando el 66% fue adquirido por el empresario y banquero Andrónico Luksic Craig y que ahora, la Universidad Católica de Chile por intermedio de su rector Ignacio Sánchez pretende vender el resto de las acciones de la propiedad de la televisora para no enfrentar a la televisión comercial, e incluso hay un grupo de académicos y estudiantes opositores de la rectoría de Ignacio Sánchez que quieren que Canal 13 siga bajo el alero de la universidad y que Andrónico Luksic entregue las acciones y se vaya, porque consideran que al canal lo que ha hecho es contribuir a denigrar los valores de la televisora y que ha idelogizado la línea editorial en favor del gobierno de la Presidenta de la República Michelle Bachelet, su actual aliada frente a sus oscuros intereses, y que ya han sido demostrado frente a las pantallas de Canal 13 mediante su comportamiento y conducta.

Y para completar la guinda de la torta, el canal de televisión de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso vende el 99% de las acciones al grupo CGO SPA, empresa que distribuye las señales de Disney en Chile en diciembre del 2016, debido a serios problemas financieros y que la universidad no puede financiar las pérdidas económicas de la televisora, una decisión bastante negativa, y por sobretodo del comprador que ha hecho de la televisión de la UCV en programas de poca variedad y muchos más informerciales de la que ya tienen. Es mejor la señal de UCV Gran Valparaíso o  UCV 3 que sí tienen programas de gran variedad, sobretodo en lo cultural e identidad a la Región de Valparaíso. Lo malo fue que después de su venta, cierra su departamento de prensa, un gran atropello a la libertad de expresión y prensa, todo por que no se prioridad para sus nuevos controladores y mirando sus bolsillos.

Y como la televisión actual en Chile deja mucho que desear en contenidos, y que muchas personas prefieren la televisión de paga o cable y los contenidos de internet, ya han tocado a fondo, la televisión, hoy está plagado al mercantilismo, a la falta de respeto y la poca educación de parte de rostros que son prácticamente un mal ejemplo para los ciudadanos, lo malo está en que ese grupo de ciudadanos lo siguen y copian esos malos ejemplos que no son aportes en los medios tanto en la radio como en la televisión, un ejemplo son los primeros realitys show, y los programas de espectáculos o farándulas que son pésimo ejemplo para los ciudadanos, incluyendo algunos rostros de televisión, que están llenos de vulgaridad y falta de respeto. Además no queda nada de programas educativos e infantiles, porque gran parte del día hay programas de servicio público y muchas telenovelas provenientes de Brasil, México y Turquía, junto a programas envasados, y eso es muy grave, pero... para que seguir contando si el que va a leer esto no le va ni le viene, ni menos para un ejecutivo de televisión que ve signo peso y no le importa educar, informar y entretener, sino buscar rating y negocio, a costilla de los televidentes y de los trabajadores de la televisión chilena, porque no cree en la calidad, cree en el negocio que le genera. Así está la televisión chilena hoy, sin valores, sin cultura y sin ejemplos, es una pena lamentable y cada día se pondrá peor. Gracias.

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