La Retroexcavadora: Dávalos v/s Peñailillo (?)

 
Amigas y amigos: Si ustedes se recuerdadn o habrán visto la película Kramer v/s Kramer (no confundir con la película que hizo el comediante Stefan Krammer) en donde trata de la lucha de un padre de tener la tutela de su hijo luego de que su esposa lo abandonara, algo similar ocurre en la política, pero entre hermanos; uno biológico y el otro político, pero no cualquier hermanom sino, simples enemigos políticos desde el comienzo del segundo período presidencial dela doctora Michelle Bachelet. Ellos son Sebastián Dávalos y Rodrigo Peñailillo.

El primero asumiría como Director Sociocultural de la Presidencia de la Repúblicay el segundo asumoría como Ministro del Interior y Seguridad Pública. Nunca fueron amigos y las diferencias fueron bastantes durante el período presidencial hasta que em Febrero de 2016, cuando estalla el caso Caval, la enemistad crecía más y más entre ambos.

Desde su renuncia, los roces siguieron como unos verdaderos niños payasos de circo, y desde que el caso está en el Ministerio Público, los roces son más altos, hasta que Dávalos en sus declaraciones al fiscal del caso Luis Toledo, en la cual apuntó al rol que cumplió el ex ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, en el manejo de la crisis que derivó su salida del gobierno.

En su diálogo con los fiscales, el esposo de Natalia Compagnon indicó que "la información del negocio Caval fue conservada y utilizada por parte del G90 (grupo existente al interior del Partido por la Democracia) para bajar el perfil al caso Soquimich". Además mencona en su declaración, que el ex titular de Interior "no enfrentaba el tema con suficiente fuerza, por lo que estimo que él dejó que se descontrolara".

En esta tercera declaración, Dávalos también explicó por qué el computador que usó mientras estaba a cargo de la Dirección Sociocultural de la Presidencia fue formateado: "Al momento de dejar mi cargo, decidí pedir a funcionarios de informática del Palacio de La Moneda que borraran mi perfil de usuario y password, porque no quise exponerme a que fuera manipulado, introduciendo información en el computador en el cual yo trabajaba".

Junto a ello, el hijo de la jefa de Estado aseguró que la información relativa al negocio inmobiliario realizado en Machalí "ya estaba en poder de personas cercanas a ese colectivo político G90, me refiero especialmente al ex ministro Sergio Bitar, Guido Guirardi, Fernando Ayala".

"La información del negocio de Caval fue conservada y utilizada por parte el G90 o un sector del PPD para utilizar este caso y su cobertura mediática para bajar el perfil del caso Soquimich, que los involucraba", afirmó Dávalos, pues acusó que se estaba orquestando un juego político en su contra. ¿El principal responsable de esta estrategia? El ex ministro Rodrigo Peñailillo, el más cercano a Bachelet en ese entonces.

Dávalos agregó que su preocupación estaba porque su nombramiento como director sociocultural del Palacio de La Moneda generó “una fuerte reacción adversa de parte el entonces Ministro del Interior, Rodrigo Peñaillo”.
 
Pero Dávalos asegura que no el ex ministro no estaba solo sino que estaba apoyado por sus cercanos, “los denominados Grupo G90”. El hijo de Bachelet indica que “es una especie de colectivo al interior del PPD que, según ellos, estaban llamados a ser la generación de recambio en la política. Peñailillo y su gente tenían todos los cargos más importantes como directores regionales o provinciales dependientes de la Dirección Sociocultural, absolutamente repartidos con los dirifentes de los partidos políticos de las diversas siete fundaciones que dependen de ella”. 
 
Entre ellas menciona a Integra, Prodemu, Tiempos Nuevos, Artesanías de Chile, Las Orquestas Juveniles e Infantiles, Chile Enter y la fundación Familias, que son precisamente algunas de las organizaciones de las que debía hacerse cargo Dávalos cuando tomara la posesión de la dirección sociocultural.
 
“Para dimensionar la envergadura de estos cargos puedo señalar que sólo Integra tiene más de 17.000 funcionarios a nivel nacional, por ello el interés en hacer la distribución”, aclara. 
 
“Como yo aparezco nombrado, les vine a mover el piso y dejar sin efecto esa distribución, pues al comenzar a revisar los antecedentes personales de algunos de ellos me di cuenta que no eran personas idóneas o aptas para dichas funciones, razón por lo cual parte de esos nombramientos fueron desechados”. 
 
Agrega que esto vino a “agravar aún más la conflictiva y distante relación que yo tenía con el ex ministro Peñailillo, dado que yo no seguía sus líneas políticas, introducir en cargos a personas idóneas y sus ansias de manejo de poder que, según mi parecer, se orientan a llegar a ser Presidente algún día”. 
 
Dice que tuvo dificultades para ejercer el cargo, por ejemplo, un presupuesto de $8 millones y “muy pocas personas”, distinto a lo que ocurría con su antecesora, Celilia Morel, que tenía 25 personas a su cargo.
 
“En mi caso, como yo vine a servir un cargo que al parecer estaba destinado a otra persona, quien yo pienso era Estela Ortiz, y con las distribuciones hechas, se me fue presionando de manera muy discreta para anularme, con permanentes dificultades, faltas de apoyo y cooperación”, señala.
 
Asimismo, agrega que se enteró del caso Caval por la prensa, estando en el lago Caburgua, tal como lo indicó la misma Presidenta Bachelet en su momento. En ese sentido, aseguró que “se le informó” que el vicepresidente iba a ser el responsable de manejar la materia porque el estaba en un sector donde hay una “pésima señal” de celular y donde era imposible responder por aquello. 
 
“Yo recibía intermitentemente información desde Santiago de lo complejo de la situación pero Peñailillo no enfrentaba el tema con la suficiente fuerza, por lo que estimo que él dejó que el tema se descontrolara”. 
 
De hecho, agregó que ante este escenario viajó a Santiago para renunciar el 11 de febrero pero Rodrigo Peñailillo “me dijo que mantuviera encerrado hasta el viernes 13”. Dijo que ese día se reunieron, le mostró su discurso de renuncia y que este fue aprobado por el ex ministro. El tema estaba en que “me sugirió que renunciara desde la puerta de mi casa, lugar en donde ya estaban desplegados todos los medios de prensa, a lo que me negué rotundamente”. 
 
Finalmente, el hijo de Bachelet agregó que “se me ha acusado de tráfico de influencias, negociación incompatible, fraude informático, fraude tributarios y otras imputaciones. De cada una de ellas no tengo participación alguna, no he cometido ningún delito”.
 
“Entregué acceso a mails, cuentas corrientes, equipamientos tecnológico e incluso registro mi casa, por lo eu he puesto a disipoción de la Fiscalía, ya sea directa o indirectamente, toda la información que se me ha pedido”, finaliza Dávalos en su declaración. 

Con esto, declaró como una simple blanca paloma y eso lo delata más, porque tanto los señores Dávalos y Peñaililloson tan culpables como cómplices de la situación, además están con temor, aunque ellos lo nieguen y temen lo peor, y por esta causa, recurren a personas, en su mayoría militantes y personeros políticos para su protección, temen que cumplan una condena y que los inhabiliten de por vida para ocupar y ejercer cargos en la administración del Estado.

De tapar el caso Soquimich por Caval es una gran mentira, porque ambos se quieren tapar entre ellos y protegerse de una forma descarada y cruel, típico de los sucios juegos que hacen en la política.

Jay algo que está posiblemente, a punto de concrentar, la cárcel para Dávals y su esposa, pero como hay una protección por parte del Ministerio Público a la familia de la Presidenta Bachelet, y estás demostrado la formalización del 29 de Enero con 9 personas, menos Dávalos y su esposa, ojalá sean formalizados, para que la presidenta les duela y no tenga que dar excusas ridículas como "me enteré por la prensa, porque en Caburga no llega la señal de celulares y radio", eso nadie se la cree. Gracias.



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