Especiales en El Blog del Benjita: Crisis política en Perú (El pedido de asilo político a México)

El gobierno de México está tramitando el asilo político a ex Presidente de Perú Pedro Castillo, que ahora está detenido en una cárcel en Lima. Y cómo ya la mayoría de los países latinoamericanos han reconocido a Dina Boluarte como Presidenta de Perú, en el caso del Presidente de México Manuel Andrés López Obrador no lo reconoce, sus argumentos dados es que México es un país libre y administe que no les gusta el seguimismo, y que habrá que esperar algunos días para que se aclare la situación y que no es la intensión de México de internvenir en asuntos internos de otros país, aunque sus argumentos hacen caer en un intervencionismo desmesurado e imprudente de su parte.

Ante la situación de Pedro Castillo, López Obrador dijo que espera que sea una campaña de acoso de parte de la oligarquía peruana imperante, que no acepta su triunfo legítimo y que incluso, hay racismo en ese sentido, por sus orígenes de Castillo, y que se decantó en una defensa de Castillo; por esta razón la Cancillería de México, la Secretaría de Relaciones Exteriores analizará el caso en los próximos días si va a reconocer o no a Dina Boluarte como Presidenta de Perú.

El Presidente López Obrador reveló sus intenciones de dar asilo político a Pedro Castillo, luego de una llamada telefónica recibida en su despacho en el Palacio Nacional, por lo que buscó al Secretario de Relaciones Exteriores del gobierno mexicano, Marcelo Ebrard para gestionara la recepción de Pedro Castillo, a la que no fue posible por el arresto del mismo, y dijo que el Embajador de México en Perú, Pedro Monroy visitó Castillo en la cárcel y que estaba en compañía de su abogado y le dijo que México iniciará las consultas con las autoridades del gobierno federal y del gobierno peruano, solicitada de manera formal, mediante una carta escrita y enviada por el abogado de Castillo Víctor Pérez Liendo, en la que dice que Castillo es víctima de una persecución política y lo quieren procesar en medio de una postestad y voluntad, que no constituye delito penal.