Historias a la Chlena: La Vega Central

Amigas y amigos: Hay una frase que dice "Después de Dios, está la Vega", y es cierto, porque la Vega Central es el mercado de abastos más importante de la ciudad y del país.

"Esta sociedad, que la constituye el Mercado de la Vega, único sitio adonde llegan las carretas proveedoreas de verdura, legumbres y frutas, ha nacido del anhelo que los comerciantes de la Vega y propietarios de los alrededores de este Mercado tenían de que no se alejara de un local tan central y de tanto comercio un establecimiento como la Vega Central, que habñia dado vida y movimiento a este barrio, creando intereses trascendentales en su entorno". Así comienza el documento que da cuerpo a la Vega Central y al conjunto de locales comerciales que se emplazan en lo que hoy podemos llamar el Barrio La Vega en la comuna de Recoleta, también conocido como "La Chimba".

Sus orígenes se reomantan en la época colonial, en los extramuros de la ciudad, conocida como la cañada norte o La Chimba, arribaban los carretones cargados de productos que eran vendidos posteriormente al centro de la ciudad en una suerte de comercio informal.

Este espacio no sólo comportó el intercambio de productos, sino además la confluencia de otras actividades que lo transformaría en un espacio de socialización de sectores populares que se cobijaron al alero de las chinganas  (del quechua, escondrijo o laberinto), ramadas y ranchos de mujeres. Asimismo, albergaba una población diversa, cultural y étnicamente, la que sin lugar a dudas constituyó una identidad singular. Así lo refiere el abogado e historiados Armando de Ramón, indicando que para los siglos XVII y XVIII era u barrio en crecimiento y expansión.

"En este barrio había había un 45% de bautizados de origen español, frente a un 55% de origen mestizo; 37,5% indios y negros".

La historia de este lugar, hoy ampliamente visitado por compradores y turistas, se fue consolidando tras diversos proyectos urbanos; los primeros dan cuenta de las acciones tendientes a resolver los graves problemas de higiene y transgresiones morales derivados de los rubros y actividades que se desarrollaban allí. Así, en 1850, nace el Mercado de Abastos, conocido como el Mercado Central. Ya constituido, hacia 1888 la canalización del Río Mapocho no sólo permitió controlar las crecidas, sino también generó una mejor conexión de la Chimba con el centro de Santiago y ordenó la Vega, a lo que se sumó la construcción que galpones que hicieron más adecuada la venta de los productos.

Sobreviviente de un incendio devastador, en 1912 se funda la Vega Central. Luego de varios siniestros más, en 1976 un nuevo evento de similares características será el catalizador de parte de la configuración que hoy tienen el Mercado Central, el Pérgola de la Flores, la Vega Chica y la Vega Central propiamente tal, además de algunas edificaciones como iglesias en sus inmediaciones. Destaca entre ellos el Mercado Tirso de Molina, cuya más reciente remodelación comportó una estructura modular y una particular techumbre, que le dan una fisonomía moderna y funcional. Consecuentemente de un espacio de comercio informal, transitó a uno formal, que se materializa inicialemente en la constitución de la sociedad La Vega.

No obstante que la fisonomía urbana y la configuración arquitectónica de la Vega han experimentado cambios, este espacio de socialización popular se ha mantenido cambios, este espacio de socialización popular se ha mantenido como un lugar de convergencia multicultural. 

Hay que decir que la Vega Central es el centro y eje del barrio homónimo, mantiene su vitalidad e identidad que se recrea en las dinámicas socioculturales de sus trabajadores, pues ellos son el paisaje que la identidad al lugar y su carácter de patrimonio cultural.