Historias a la Chilena: Benjamín Vicuña Mackenna


Amigas y amigos: Una de las personalidades más importantes de la Historia de Chile, político, abogado, escritor, historiador y un gran servidor público, considerado hasta la fecha uno de los mejores Intendentes que tuvo Santiago, y cuya herencia aún es visible en Santiago y en la política actual. Durante su vida, luchó por las libertades cívicas y el progreso del país; me refiero a Benjamín Vicuña Mackenna, nacido en Santiago el 25 de Agosto de 1831, hijo de Pedro Felix Vicuña, uno de los fundadores del diario El Mercurio de Valparaíso, y de Carmen Mackenna Vicuña. También es nieto de Juan Mackenna O'Reilly, general del Ejército en la independencia chilena, y del presidente interino Francisco Ramón Vicuña Larraín.

Realizó sus estudios básicos en el Colegio de Cueto, donde fue un alumno regular; continuó la enseñanza secundaria en el Instituto Nacional.

A los 19 años fue elegido secretario de la Sociedad de la Igualdad, club de inspiración francesa, y desempeñó un papel protagónico en la insurrección contra la el gobierno de Manuel Bulnes en 1851. Vicuña Mackenna sirvió como ayudante de campo al mando del regimiento Valdivia en la insurrección liderada por el coronel Pedro Urriola cuando esta estalló el 20 de abril de 1851. Apresado por su participación, se fugó de la cárcel vestido de mujer y, tras cabalgar durante cuatro días junto al político y militar José Miguel Carrera Fontecilla, arribó a La Serena. Allí se sumó a las fuerzas revolucionarias y asumió como gobernador de Illapel durante algunos días. Sin mayores conocimientos ni experiencia militar, sus tropas sufrieron una aplastante derrota en el valle de Aconcagua. Obligado a huir a la residencia de sus padres, pocos meses después salió a cumplir su primer destierro político​.

Realizó estudios superiores en la Universidad de Chile.

Publicó en la prensa sus memorias de Tres años de viaje y una segunda investigación histórica llamada El ostracismo de los Carrera, en 1857. Este mismo año completó sus estudios de Leyes y se tituló de abogado el 15 de junio de 1857.

Se casó el 4 de marzo de 1867 con su prima Victoria Subercaseaux Vicuña con quien tuvo tres hijas: María Magdalena, Blanca y Eugenia.

Antes de su matrimonio Vicuña Mackenna tuvo dos hijos con Manuela Villalobos, cuyos hijos que fueron arrebatados de su madre por presentar problemas de salud mental y los hijos fueron llevados al fundo de su familia, en Maipú, donde fueron criados por una institutriz. Ellos son Pedro Silva y Francisca Silva, a cuyo nombre fueron inscritos en los registros.

Benjamín Vicuña Mackenna ofreció darles su apellido, sin embargo ellos no aceptaron el ofrecimiento. Pedro el mayor mantuvo el nombre que su madre de crianza le diera y Francisca la menor tomó el apellido de su madre biológica y cambiando su nombre, llamándose Celia Villalobos en recuerdo a su madre quien fuera encerrada por su familia en un convento de Santiago hasta el día de su muerte.

Ingresó joven a la política. A los 19 años fue secretario de la Sociedad de La Igualdad, creada en 1850 con el fin de integrar a los artesanos dentro del proyecto político liberal. Secretario de la Sociedad de la Igualdad de Francisco Bilbao, en 1851 participó en el motín de Urriola, la Batalla de Petorca, el Sitio de La Serena, y la guerra civil en el bando contrario a Manuel Montt.

Condenado a muerte, escapó y se exilió luego del fracaso de la insurrección. Desde 1852 hasta 1856 permaneció fuera de Chile, visitando Estados Unidos y gran parte de América e Inglaterra, donde se impregnó de la cultura y arquitectura europeas.

Junto a un grupo de jóvenes intelectuales, tales como Miguel Luis Amunátegui, Diego Barros Arana y Domingo Santa María, fundó la Sociedad de Instrucción Primaria en 1856.

Regresó a Chile gracias a una amnistía, siguió conspirando , involucrándose en la Revolución del Colihue (1858), lo que le costó el destierro. Radicado en Europa entre ese año y 1863, volvió a Chile al advenimiento del gobierno de la Fusión Liberal - Conservadora, ganando una curul de diputado por La Ligua (1864 - 1867), Valdivia (1867 -1870), Talca (1873 - 1876).

Fue enviado a los Estados Unidos de América en 1865 como agente confidencial para promover el apoyo estadounidense a Chile durante la Guerra hispano - sudamericana (1864 - 1866). Durante su estadía creó el periódico La Voz de América en Nueva York.

En la Cámara de Diputados tuvo una acción particular, autodesignándose una suerte de tribuno de la plebe y voz de la opinión pública. Vicuña Mackenna descolló como un urticante crítico de las gestiones del gobierno y su influencia llegó a ser poderosa en la opinión pública.

Paralelo a su actividad política, Vicuña Mackenna realizó una importante labor como historiador, autor de variados libros relacionados con recopilaciones históricas; recolectó varios documentos, que constituyeron un aporte de primer orden a la historiografía chilena, solo superado por José Toribio Medina.

El 8 de diciembre 1879, juró como voluntario de la Tercera Compañía del Cuerpo de Bomberos de Santiago, además, en aquella sesión fue electo Director, cargo que ostentó durante tres años. Ya retirado, el 23 de diciembre de 1883 escribe un folletín titulado La cuna del Cuerpo de Bomberos, en donde rindió homenaje a los fundadores de la compañía, Enrique Meiggs y José Luis Claro y Cruz.

El 25 de enero de 1886, a los 55 años de edad, falleció en su hacienda de Santa Rosa de Colmo. Su tumba está ubicada en un mausoleo en el cerro Santa Lucía en Santiago. Dicha ermita estuvo abierta al público hasta el terremoto de 2010, que ocasionó daños que la mantienen cerrada hasta el día de hoy.

El cerro Santa Lucía se conserva prácticamente tal como él lo dejó y aún es un paseo de importancia en la capital salvo algunas remodelaciones e instalación de elementos modernos como teléfonos o iluminación.

La Avenida Vicuña Mackenna (el ex - Camino de la Cintura) lleva su nombre, además el Museo Benjamín Vicuña Mackenna, ubicado en lo que era su propiedad, en la avenida que lleva su nombre (nº 94), alberga y exhibe sus reliquias materiales y preserva su memoria.

En la Argentina, la localidad Vicuña Mackenna de la Provincia de Córdoba fue llamada así en su honor, al igual que la Plaza Benjamín Vicuña Mackenna en Buenos Aires.

Tras un análisis de la realidad policial chilena, sugiere la reforma total de la policía chilena, adoptando el modelo policiaco francés; cuyo frutos se reflejaron cuando el Comandante de Policía Manuel Chacón Garay, reforma la policía, civilizando la Policía Secreta o Sección de Pesquisas, génesis de la actual Policía de Investigaciones de Chile.

Vicuña Mackenna escribió una vasta gama de libros de historia y literatura, obra prolífica no exenta de críticas. Tuvo además una directa participación en el rescate de los manuscritos y posterior publicación de la Historia General del Reino de Chile, valiosa obra del jesuita español Diego Rosales.

Luego de su fallecimiento, la Biblioteca Nacional de Chile, adquirió su gabinete de estudio, biblioteca y archivo. En 1891, ya habían ingresado al establecimiento, 1.606 volúmenes de su colección de obras americanas.

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