Especiales Simios: Los Negocios del Partido Comunista.

Amigas y amigos: En Octubre de 2017, el Partido Comunista de Chile interpuso en el Tercer Juzgado Civil de Santiago una demanda judicial  mediante la cual busca conseguir el desalojo de ocho familias que habitan un terreno de su propiedad ubicado en la zona de El Arrayán, en la comuna de Lo Barnechea. El predio tiene 5.000 metros cuadrados, colinda con el río Mapocho y fue comprado en 2011 por el Partido Comunista, por 40 millones de pesos a Marta Godoy Henríquez, militante del partido y amiga de la recordada Secretaria General Gladys Marín.

El último avalúo fiscal (actualizado a octubre de 2017 según Servicios de Impuestos Internos) es de 276 millones de pesos, pero "el valor comercial sería incluso el doble", destaca el matutino, que indica que los pobladores se dedican a actividades como la venta de abono o leña y, debido a su condición vulnerable, han tenido que ser ayudadas por la Municipalidad de Lo Barnechea con distintos programas sociales.

En la demanda, presentada el 31 de agosto, en representación del Partido Comunista, por el abogado Manuel Luna, se indica que "en la actualidad, y desde fines de 2015, ocupa dicho inmueble, sin tener título alguno para ello y por mera tolerancia del dueño, doña Eliana Poblete, junto a otras personas, de quienes se desconoce su individualización".

El escrito especifica que el Partido Comunista busca que se ordene la restitución del predio "bajo apercibimiento de lanzarle (a la demandada, quien tiene más de 70 años) con la fuerza pública, y lanzar así a todos los demás ocupantes que hubiere".

Si bien la demanda acusa una ocupación ilegal desde 2015, "algunas de las familias habrían vivido en el terreno desde los 90", pues "Sandra Martínez, hija de la demandada, asegura que su familia llegó a vivir al lugar hace más de tres décadas".

Según ella, sus padres están ahí desde 1990, cuando arribaron producto de una oferta de trabajo para el cuidado del terreno: "Hemos tenido mediaciones frustradas con el Partido Comunista en la Municipalidad, donde a nuestra madre se le ofreció una indemnización por los años en que estuvieron acá", dijo Sandra Martínez.

Pero eso no es solo una parte, son varios negocios que tiene el Partido Comunista, y que en su idearios políticos que posee contradice con sus negocios, y que ellos mismos se rehusan a reconocer, o simplemente no quieren reconocer que lucran, palabra que tanto odian, y que simplemente práctica como unos simples neoliberales y ricos millonarios, un ejemplo de ello ses tras la modificación de la Ley de Partidos Políticos, el Partido Comunista materializó la venta de cerca de 100 propiedades, las cuales fueron adquiridas por la indemnización de que obtuvo por los bienes que les fueron confiscados por el régimen militar del general Augusto Pinochet Ugarte, e incluso la venta de varias acciones participativas como fueron Inmobiliaria e Inversiones Araucaria S.A e Inversiones Progreso S.A.P.

El negocio que fue cifrado por $3.568.574.962, fue liquidado en 10 cuotas a 10 años plazo, siendo fijado el primero de ellos en $60 millones de pesos, lo que fue concretado a fines de 2017.

Pero la gran torta de la guinda fue el negocio de la Universidad Arcis, que se está cayendo a pedazos y que los coletazos de su cierre sigue rondándoles en sus conciencias, y por qué se preguntarán...

En la mañana del 23 de abril de 2014, el rector de ese entonces, René Leal se paró frente a alumnos, profesores y funcionarios de la Universidad de las Artes y Ciencias Sociales ARCIS, y aseguró que todo lo que se decía era mentira. Era la inauguración del año académico y unos 300 funcionarios llevaban tres meses con sus imposiciones impagas. Juan Aramayo, vicerrector de Gestión y Finanzas, había sido despedido por el directorio sólo días antes. Le habían “retirado la confianza”, decía el comunicado. Luego, siete directivos dejaron sus cargos. Uno de ellos fue el secretario general, el periodista Mauricio Weibel, quien denunció irregularidades y un desorden financiero que había provocado un déficit operacional anual cercano a $3.500 millones. La situación era crítica. En algunos círculos se decía que la universidad no sobreviviría; que repetiría la experiencia de la Universidad del Mar, hoy en quiebra y con un decreto de cierre a cuestas.

La inauguración del año académico era el momento para aplacar la incertidumbre de una comunidad de unos 3.000 estudiantes, 500 profesores y alrededor de 300 trabajadores. También la oportunidad para explicarles lo que venía después de que el Partido Comunista dejara de ser el controlador de la universidad. Dos entidades ligadas al Partido Comunista como la ONG Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL) y Ediciones ICAL limitada, quienes abandonaron en Diciembre de 2013 la estructura que dirigía la universidad.

Sólo días después del discurso de Leal, 336 funcionarios de la ARCIS no recibieron el pago de sus sueldos ni de sus imposiciones y varios trabajadores a honorarios se quedaron sin su devolución de impuestos. Comenzaba mayo y el Sindicato Nº1 de Trabajadores y Académicos daba inicio a una huelga a la que se sumaron estudiantes de unas diez carreras y que duraría todo ese mes. La universidad estaba paralizada. El Ministerio de Educación abrió una investigación sobre su débil situación económica, ante el riesgo de que deje de funcionar. La fiscalización se inició en los precisos momentos en que comenzaba a discutirse la reforma para crear el “administrador provisional”, un interventor de establecimientos educacionales que entren en crisis terminal y cuyo principal objetivo será resguardar los derechos de los alumnos y sus familias. Con la legislación actual, los jóvenes quedan a la deriva y endeudados, como aconteció con los cerca de 18 mil estudiantes de la Universidad del Mar.

Para pagar a su personal, las autoridades de la ARCIS hicieron gestiones con bancos y usaron unos $1.720 millones provenientes del Crédito con Aval del Estado (CAE) ingresados a comienzos de junio. Aquello no fue más que la calma que precede a la tormenta.

Luego de petrodólares provenientes de Venezuela, y los movimientos financieros al interior de la Universidad ARCIS, la universidad está bajo la deriva y pronto a desaparecer del sistema educacional para siempre, y con el resto de los estudiantes nuevamente al aire, para que vean que el discurso social del Partido Comunista es contradictorio con los negocios que hacen, entonces, de qué me están hablando, con qué cara critican, atacan y odia a lo que dicen el sistema capitalista y neoliberal si el Partido Comunista es tan capitalista y neoliberal, creo que es mejor el PC se venda y si convierta en un holding de empresas, a parte de que tienen a su cargo el diario El Clarin, el Siglo y Radio Nuevo Mundo y su cadena de emisoras, de qué me están hablando. Su discurso simplemente no me convencen, aunque me hablen de promesas, y tienen cara de criticar y atacar el lucro si ellos mismos lucran..., un despropósito. Gracias.