La elección de Sebastián Piñera

El domingo por la tarde, ya terminado el proceso eleccionario, los primeros conteos de votos anuncian el triunfo de Sebastián Piñera en los comicios presidenciales de segunda vuelta, pese a que el exterior, el triunfo fue para Alejandro Gullier, y hay varias explicaciones del por qué el triunfo de Piñera en las presidenciales.

Tal como fue demostrado en la anterior campaña presidencial, Alejandro Gullier fue el tono más agresivo y violento, lo que en parte disgustó a gran parte de los electores, más aún en los debates presidenciales ya hechos, creyendo que con eso ganaría las elecciones de segunda vuelta, sumado algunas situaciones generadas durante el segundo mandato de las presidenta Michelle Bachelet que ya todos sabemos.

La opinión pública fue el reflejo de la cantidad de votos emitidos y que fue estrecho para el gran castigo, o mejor dicho paliza que le dio, tanto a la clase política en general como al propio gobierno de la Nueva Mayoría, un gran balde de agua fría que no se veía desde el 2010 con el triunfo de Sebastián Piñera para su primer mandato; y eso refleja la gran cantidad de votantes, quienes expresaron en parte su gran descontento hacia el gobierno de Bachelet.

Hay que decir una gran cosa, en algunos sectores del territorio, ganó Alejandro Guillier, como por ejemplo Renca, Cerro Navia, Lo Prado, Pudahuel, Recoleta, Pedro Aguirre Cerda, San Ramón, La Pintana y otras comunas donde está el feudo de la izquierda de la Nueva Mayoría, y una cosa que llamó la atención es en Maipú, donde ganó el candidato de la Nueva Mayoría y que su alcaldesa es del Chile Vamos, el resto ganó Piñera con gran cantidad de votos y que da un gran reflejo a los cambios que van a venir y muy grandes que muchos de la Nueva Mayoría temen que haya una especie de retroexcavadora, como lo hizo durante los primeros días del segundo mandato de Bachelet, cuya idea fue del senador Jaime Quintana, y que lo más probable es que se repita.

El triunfo de Sebastián Piñera refleja el descontento y rechazo total hacia el gobierno de Michelle Bachelet y la clases política tradicional, quienes no están contentos por las cosas hechas, como por ejemplo, la Reforma Educacional, la Reforma Laboral, el caso del SENAME y otras situaciones, incluido el caso SQM y CAVAL, en donde están involucrados varios personeros políticos, tanto de la Nueva Mayoría como del Chile Vamos, entre ellos el hijo de la presidenta Sebastián Dávalos y su esposa Natalia Compagnon. Hay que recordar que Sebastián Piñera también ha estado involucrado en casos como Exalmar y de varios de sus colaboradores del primer gobierno que están involucrados judicialmente en el caso SQM, entre otras causas.

Pese a la campaña sucia efectuada durante la campaña de segunda vuelta, los ataques y descalificaciones de quinto calibre, no impidieron que Sebastián Piñera sea el ganador en segunda vuelta, pero hay que tner cuidado en no confiarnos mucho, sobretodo en los aspectos económicos  que pueden ser variables en el tiempo, pese a los índices de desempleos que hay en el país, la baja productividad reflejada en el Producto Interno Bruto y el déficit fiscal que está acarreando y que cuando asuma el nuevo gobierno el 11 de Marzo de 2018, tendrán grandes y complejos desafíos que deben enfrentar, e incluso van aplicar la retroexcavadora como parte de las grandes reformas estructurales y profundas que tendrán que hacer, y quiéranlo o no, deben hacerlo, porque hay varias normativas que están mal hechas y eso será el caldo de cultivo para el nuevo gobierno y que habrán muchas cambios que no será del gusto de todos y que serán hecho realidad.

Aunque algunos no les guste, la retroexcavadora viene fuerte, porque habrán presiones de varias partes que pedirán hacer cambios, incluyendo la reincorporación de normativas que estaban vigentes y que fueron quitadas, como también de otras que fueron incorporadas que lo más probables que sean derogadas completamente o parte de ellas, y tengo la convicción necesaria, que el nuevo gobierno que se viene pronto, tendrá su primer mandato como un segundo mandato del Chile Vamos, les guste o no, porque las ideologías de izquierda quedarán para la historia, y que de cuentos baratos, la mayoría de la gente, ya no les cree.