Grandes Clásicos del Cine Mexicano: Vámonos con Pancho Villa.


Amiga y amigos: La época dorada del Cine Mexicano tiene un montón de cosas bellas y hermosas, ya sea en términos de actuación como en la calidad de sus trabajos de preparación dentro de la filmación, una de varias está Vámonos con Pancho Villa, protagonizada por Antonio R. Frausto, Domingo Soler, Carlos López "Chaflán" y Raúl de And; y dirigida por Fernando de Fuentes.

Una de las cosas interesantes es que esta película fue financiada con subsidio estatal otorgado por el gobierno de Lázaro Cárdenas en 1932, que permitió la construcción de nuevos estudios de última generación con toda la tecnología de los estudios más grandes de Hollywood, incluso cámaras "Mitchell", equipaje de sincronización, y un laboratorio de corrección gamma. ¡Vámonos! fue la primera película mexicana que usaba estas tecnologías. El gobierno también suministró todo lo necesario para las escenas militares como caballos, armas, un regimiento de soldados verdaderos, y un tren militar.​

Veamos el argumento de la película.

Vámonos con Pancho Villa toma lugar en el Norte de México durante la fase armada de la Revolución (1910 hasta 1923). Se basa en la lucha revolucionaria de la División del Norte, comandada por el general Doroteo Arango, conocido como Francisco “Pancho” Villa.

La película comienza con un preámbulo que prepara el marco para la historia que sigue.

"Esta película es un homenaje a la lealtad y el valor que Francisco Villa, el desconcertante rebelde mexicano, supo infundir en los guerrilleros que le siguieron. De la crueldad de algunas de sus escenas no debe culparse ni a un bando ni a un pueblo, pues recuerda una época trágica que lo mismo ensangrentó las montañas de México que los campos de Flandes y los valles pacíficos de Francia. Año de 1914".

Empieza la historia en 1914 en un pueblo ficticio: San Pablo. Sigue a seis amigos campesinos: Tiburcio Maya, Miguel Ángel del Toro "Becerillo", Melitón Botello (Manuel Tamés), Rodrigo Perea (Carlos López “Chaflán”), Máximo Perea, y Martín Espinosa (Rafael F. Muñoz), llamados los "Leones de San Pablo". Los Leones deciden unirse a la División del Norte y su líder, Pancho Villa.​ Al principio, los Leones prometen lealtad a su jefe y se llenan de orgullo por la causa revolucionaria y con buena razón; Villa se representa como un líder del pueblo, un hombre común. Escenas de generosidad por parte de Villa reafirman el compromiso de los Leones a la bola.

Sin embargo, el tono de la película cambia dramáticamente cuando las fuerzas de Villa empiezan a sufrir una derrota tras otra en el campo de batalla. Se revela, a través de las experiencias de los Leones, que la vida de un soldado de la revolución es más una vida de sufrimiento y privación que una vida de honor y orgullo. Uno tras uno, los Leones de San Pablo pierden sus vidas luchando para un Pancho Villa que trata a sus soldados como animales o aún peor. El primero muere de un balazo en la espalda saludando a Villa después de mostrar su heroísmo robando una ametralladora del Ejército Federal. El segundo y el tercero mueren durante el ataque a la Fortaleza de Torreón, lanzando granadas y rescatando a los otros Leones capturados por el enemigo.

Después de la victoria en Torreón, los Leones restantes son honrados como los Dorados de Villa, la posición más alta de la División del Norte. En una celebración en una cantina, 10 hombres están sentados alrededor de una mesa cuando entran y se sientan los tres Leones. Un soldado asegura que sentar 13 hombres alrededor de una mesa da mala suerte, y entonces deciden reunirse a medianoche para tirar una pistola cargada. El principio del ejercicio es que el hombre que muere por el balazo al azar es el cobarde que lo merecía. Uno de los Leones lo recibe en la panza y con la declaración de "Ahora verán cómo muere un León de San Pablo" se suicida.​ Los dos Leones que quedan se preparaban para ir a la batalla de Zacatecas con la División del Norte cuando uno, Becerillo, se pone enfermo. Villa, temiendo que el muchacho haya enfermado de Viruela, ordena al último León, Tiburcio, que lo queme vivo para proteger a la bola. Tiburcio obedece la orden pero da muerte a Becerillo antes de quemarlo; mostrando así una humanidad que ya no existe en el General Villa. Después de ese acto tan desagradable, Villa informa a Tiburcio que la guerra se acabó para él, que ya no es bienvenido en la bola. Posiblemente infectado con la viruela, Tiburcio regresa a San Pablo solitario, derrotado y desilusionado.

Vámonos con Pacho Villa con el siguiente reparto:

- Antonio R. Frausto. 
- Domingo Soler.
- Manuel Tamés.
- Carlos López "Chaflán".
- Raúl de Anda.
- Rafael F. Muñoz.
- Alfonso S. Tello.
- Luis Aragón.
- Gloria Barón.
- Dolores Camarillo.
- Miguel M. Delgado.
- Esperanza Gomez.
- Max Langler.
- Paco Martínez. 
- Jesús Melgarejo.
- Silvestre Revueltas.
- Pepe del Río.
- Consuelo Segarra.
- Pedro Valenzuela.
- David Valle González.

Vámonos con Pancho Villa dirigida por Fernando de Fuentes y estrenada en 1936, y filmada para CLASA Films Internacional S:A.

Espero que les guste y que disfruten de esta película.





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