Aquí nadie cuenta


Amigas y amigos: Una cosa que hay que decir y es muy cierto, los adultos y adultos mayores siempre son y serán ejemplo cívico, puesto que sistemáticamente, e incluso de malas ganas, siempre iban a votar a cada proceso electoral que ocurre en Chile. Según Etnográfica Risearch, esto ya no es así; al menos se puede determinar en comparación de las últimas elecciones de 2012, 2013, 2016 y 2017 que muestran una importante disminución en la participación en cada proceso electoral. Según los datos entregados por la consultora, que no es una encuesta obviamente, sino un estudio hecho en las últimas elecciones municipales, presidenciales y parlamentarias que indican entre los 45 a 59 años se produjo una disminución de un 16.9% y las personas entre 60 y más años desciende a un 11.9% de las personas que no fueron a cumplir con el deber cívico.

Si se hace un análisis general entre los ciudadanos que fueron a sufragar, las cifras, para mí no me sorprenden en nada, por muy impactantes que sean, desde que el voto era obligatorio la participación alcanzaba en el 87,6% con una abstención de un 13,6%, ahora con la medida de modificación hecha en el primer gobierno de Sebastián Piñera Echenique con el famoso voto voluntario, las cifras cambian, las ultimas elecciones 61.3% de adultos decidieron no ir a votar, y las cifras de abstención subió al 70.4%, y si a esto se le suma a los adultos mayores, el panorama es bastante preocupante con respecto a la legitimidad con que gobiernan las autoridades de turno, ya sean las autoridades municipales, presidenciales, parlamentarias y consejeros regionales, y a futuro intendentes y gobernadores, por lo que cuánto apoyo tienen al momento de gobernar y ejercer su cargo.

Pese a todo esto, la respuesta a buen vecino es que la clase política parasitaria, cínica, chupasangre y farsante es que ofrecen ofertones electorales, que todo es bonito y las típicas frases que ahora no dicen nada, los famosos lapicitos, dulces, bolsas, calendarios a cambio de votos, como si fuesen haciendo negocios tipo trueque con el cliente más que un elector, porque las campañas electorales, más que campaña, son un negocio para el candidato y los partidos políticos que lo representa, ya sea militante o independiente dentro y/o fuera de pacto. La radiografía, en el caso de las elecciones municipales es bastante clara, porque los municipios son claves en el día a día de las comunidades y directamente con los vecinos, pero también son objetos de amplios cuestionamientos en las últimas décadas, porque a diario se reciben denuncias por la falta de asistencia hacia la comunidad, y que los alcaldes aseguran que es por falta de recurso... simplemente y con el corazón, ustedes le creen ese argumento?, para mi no, y es más, comenten faltas a las probidades brutales con los recursos que recaudan por contribuciones municipales ya sean por amigos, robos y campañas electorales, no distribuyen los recursos como corresponde, y es por esta razón la Contraloría General de la República detectan en sus fiscalizaciones varias faltas a la probidad, varios de esos casos están en tribunales bajo investigación judicial, provocando una desafección en los municipios, porque las administraciones de turno son corruptas.

Sobre las presidenciales y parlamentarias la situación son aún más compleja, por lo que los electores, y con esta ley electoral vigente decidan no participar de ningún deber cívico, porque la falta de honestidad de la clase política en general, toda y completa es la que gatilla este problema, la falta de sentido comun sobre las políticas públicas en diversas áreas, la falta de trabajo colectivo y no solo en una sola persona y/o en grupitos que organizan una gran maquinación brutal, como los ocurridos con CORPESCA, Caval, SQM, por mencionar algunos, muestran que la clase política es una clase delictual, mafiosa, corrupta y delincuencial, y es más, como los parlamentarios no han sido capaces de levantar la voz frente a este tipo de problemáticas que inciden en los ciudadanos, ni menos para organizar y planificar una agenda dura y potente para exigirle al Presidente de la República, Sebastián Piñera Echenique que no de continuidad a Fernando Barraza en la Dirección del Servicio de Impuestos Internos, porque es el no cursó las denuncias respectivas para la persecución de de delitos de financiamiento ilegal de la política y que durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet Jeria lo nombra en el cargo y que el Presidente Piñera lo ratifica en el cargo sin hacer ningún análisis en su actuación.

Pero hay otros actos que distorsionan a los políticos y en la cual no tienen el más mínimo interés por hacer algo en temas que son relevantes como pensiones, salud, educación, obras públicas y otras temáticas de interés, y a la cual la clase política se los mete al bolsillo.

Este diagnóstico a la temática presentada da cuenta al personalismo de la política y de sus propios partidos, y que desde hacen décadas atrás había más idealismo y trabajo en conjunto, hoy los políticos de todas las tendencias y de todos los sectores, éste último digo todo por abocan su tiempo en estar en los medios de comunicación hablando boberías que no tienen importancia, y que muchos periodistas, entre jefes de prensa, editores, comité editorial y los propios periodistas buscan algo para completar un titular de peso.

La representatividad política actual es nula, porque estas basuras inmundas defienden sus propios interés del sector que representan, los suyos y de sus amigos, porque la política hoy es un gran negocio y como todo negocio quieren ganar más y más, y estar en una situación de privilegios, en desmedro de los ciudadanos, por lo que deberían, si es que quieren utilizar la cabeza, cambiar, si es que quieren y tienen la voluntad de cambiar, para avanzar en un fin común como es el diálogo, pero como ellos no incentivan el diálogo y no quieren diálogo, solo que los escuchen y que esa verdad de ellos es absoluta, pierde todo sentido y fin.

El clientelismo político que fue lo que hoy están ahora al momento de llegar al poder, tienen delincuentes, mafiosos, narcotraficantes que les pagan, financian campañas políticas, muchos de esos integrantes de los ilícitos delictuales participan como brigadistas de campañas, jefes de seguridad y otras labores electorales a cambio de favorecerles con leyes que los beneficien; cambiar esto, lo veo complejo porque la política desde hace mucho rato es mafiosa, es como el cáncer de la sociedad, después del terrorismo y del narcotráfico, y de no haber cambios, deben ser aniquiladas a la totalidad, porque no es lo mismo un preso político que un político preso. Saquen ustedes sus propias conclusiones.

Para poder atraer a los ciudadanos que asistan a votar, cumpliendo con el deber cívico, y que evidentemente, el discurso debe cambiar, sino lo hacen, irá a votar en las próximas elecciones, y algún político piensa en usted y en su bienestar. Así como van aquí nadie cuenta. Gracias.

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