Escándalo en la Iglesia Evangélica de Chile


Amigas y amigos: "Mis padres y mis abuelos fueron evangélicos y yo de niño que participo en la iglesia. Me recibí de contador en el Insuco y el en ese entonces pastor Javier Vásquez Valencia me llevó al departamento técnico de Ferrocarriles, donde hice mi práctica y memoria, eso cuando tenía 22 años (…). En 2003 falleció el obispo Vásquez. El mismo día del velatorio se hizo una junta de directorio nacional de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile, (en que) me eligieron pastor de la Catedral Evangélica por unanimidad. Y desde esa fecha dirijo la Iglesia". Así parte la declaración que entregó, en calidad de imputado, el obispo Eduardo Durán de 76 años al jefe de la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente del Ministerio Público, Felipe Sepúlveda, el pasado 23 de enero de 2019.

El pastor de la catedral de calle Jotabeche - iglesia que reúne a cerca de siete mil creyentes en todo el país, guiados por más de 120 pastores -, es investigado por presunto lavado de activos, luego de que se revelara en 2017 su alto patrimonio: es dueño, a título personal, de ocho autos y 12 propiedades, los cuales, según información comercial, tienen un avalúo fiscal de $ 1.152 millones.

Actualmente, el Ministerio Público está a la espera de que los bancos le entreguen las cartolas de las cuentas corrientes de Durán, cuyo acceso fue autorizado por el propio obispo. Con esta información la fiscalía podrá revisar las transferencias realizadas y recibidas, el origen del dinero y si los montos calzan con su potente patrimonio acumulado.

Esta situación ha complicado su relación con pastores y feligreses. Más aún, luego de que este medio revelara que recibe más de $ 30 millones mensuales en diezmos y que la mayoría lo destina para sus gastos personales o los de su familia. Pero su caso se siguió enredando luego de que recientemente dijera tener un saldo “común y corriente” en su cuenta de $ 130 millones, y que necesitaba de $ 3 a $ 4 millones al mes para vivir.

Y a esto se sumó un nuevo flanco abierto para Durán. Uno que no tiene nada que ver con sus problemas legales, sino que con su vida privada, y que incluso pone en tela de juicio su liderazgo en la institución evangélica que encabeza desde hace 16 años.

El miércoles, en una reunión nocturna en la Catedral Jotabeche, el obispo les informó a fieles y pastores que estaba solucionando su situación personal, lo que consistía en aceptar su nueva relación afectiva, separarse legalmente de su actual esposa, Raquel Salinas de 76 años, y casarse con su nuevo amor, Ruth Sepúlveda de 59 años. Y también aclaró que Raquel seguiría siendo la diaconisa de la Catedral.

Su anuncio provocó un cataclismo casi bíblico. Desde asombro entre los asistentes, hasta caras de desencanto y gritos. Uno de los pastores se paró y preguntó: “Qué les vamos a decir, entonces, a los hermanos”, detonando una fuerte discusión entre los que apoyaban la decisión y los que no quieren que esto se lleve a cabo. En eso, se apagaron las luces y Durán abandonó el lugar.

“Duramos más de 40 años de casados, pero no voy a hablar de él, para mí no fue buen esposo”, dijo Raquel Salinas, el miércoles, en la sala principal de la Catedral Evangélica, ante 120 personas. La diconisia del templo intervino en medio del caos, luego de que su marido, el obispo Durán, informara a sus fieles que quería volver a casarse con otra mujer.

Para parte del grupo dirigente de la Catedral Jotabeche, que lo conforman 11 pastores, encabezada por el obispo Durán, la situación de la nueva pareja de su líder suena demasiado a una palabra proscrita por el mundo evangélico: adulterio.

De hecho, a muchos ya les había llamado la atención un discurso suyo de hace dos semanas respecto del adulterio, basado en un estudio bíblico, en el cual se justificaban ciertos quiebres de matrimonio, por ejemplo, cuando uno de los dos se niega a tener relaciones sexuales.

El obispo Durán está casado con Raquel, pero separado de hecho desde hace años. Eso lo sabían los 11 pastores del directorio cuando el obispo les informó sobre la intención de casarse de nuevo. Pero antes de Ruth y después de Raquel llegó a la vida de Durán Alexia Fredes de 70 años, a quien muchos apuntaron durante años como su supuesta otra pareja, también conocida e incluso asumida. Luego apareció Ruth, en 2017, para muchos más “vistosa” y notoria que la anterior. Hace pocos días, de hecho, hubo denuncias cruzadas entre las dos amantes por una supuesta agresión en presencia de Durán. El asunto empezaba a arder.

Aquel encuentro religioso se fijó para el martes, a las 19.30 horas y fue convocado por el mismo Durán. Asistieron cerca de 120 personas, fundamentalmente predicadores y ayudantes. En esa instancia, el obispo tomó la palabra y con oratoria fuerte y clara ofreció disculpas por haber asistido a un programa de televisión a hablar sobre su estándar de vida. Hubo aplausos. Brazos en alto. Aleluyas. Y aseguró que no iba a volver a ocurrir.

Luego vino el anuncio que desató el caos: Durán iba a separarse legalmente. El hijo del obispo, el diputado Eduardo Durán, en medio de la batahola, pidió silencio y habló: "Hermanos, escúchenme un poco. Entiéndanme, ustedes. Ella es mi madre y él es mi padre, a los dos los amo. Si hay alguna situación entre ellos, lamento que se esté ventilando públicamente. Yo no soy quién para juzgar a ninguno. Pido misericordia. La iglesia es del Señor".

Y seguían los gritos. "Es una vergüenza", se escuchaba en el público, entre peticiones de renuncia, argumentando "falta de moral" y "ofensas a la Biblia". "Queremos una junta de oficiales que sea honesta, responsable, y que de verdad defienda la iglesia", le dijo otro pastor al hijo de Durán. A la inversa, también había muchos pastores gritando y protegiendo a los Durán. Después del caos, el templo se fue despejando.

Tras este episodio, el efecto fue casi inmediato en la comunidad evangélica. Ayer se presentó una solicitud formal para que el obispo Eduardo Durán deje el cargo. Un grupo redactó una carta pidiendo su desvinculación, en la que anuncian su “disconformidad y repudio a todos los actos morales y administrativos que ha llevado la gestión del obispo presidente Eduardo Durán Castro".

Señala el documento, firmado por los pastores Gamalier Vega y Aníbal Leonardo Vilches, ambos miembros del directorio, que "consideramos que (Durán) se ha apartado de los principios bíblicos que dicen relación con los requisitos exigidos en el canon sagrado para ser el líder espiritual y administrativo".

Durán, en tanto, dijo ayer, a través de un video, que "hay un grupo pequeño que se ha levantado dentro de la iglesia, entre ellos, los oficiales Luis González, Osvaldo Orellana, Juan Carlos Loyola y Pedro Chacón, que están incitando a tomarse los templos. Yo quiero decirles que por ningún motivo acepten a personas que quieren crear problemas y división dentro de la iglesia".

En su declaración judicial, de cuatro carillas, Durán relata con detalle cómo distribuye el diezmo que recibe. "Calculo que al mes percibo aproximadamente $ 35 millones por diezmos, quedando en definitiva unos $ 28 o $ 29 millones mensuales para mi disposición. Con parte del dinero que me queda ayudo a mis hijos, mi sobrina Ruth Díaz Durán y aproximadamente 10 pastores y algunos hermanos, en eso aproximadamente $ 15 millones mensuales", declaró.

También, dijo, "ayudo a mi hijo Eduardo (Durán, actual diputado) con $ 4.220.000 mensuales, de los cuales $ 700 mil son para su señora. Antes que Eduardo fuera diputado lo ayudaba con más dinero, él era en ese tiempo director de relaciones públicas de la catedral a tiempo completo, yo le pagaba". Además, señaló, "ayudo a mi hija Carolina, quien si bien es cierto es ingeniera comercial y tiene un café, porque ella tiene sus gastos, le doy $ 4,8 millones mensuales. Ella no tiene cargos en la iglesia, solamente va".

Indicó que los diezmos los recibe en efectivo y cheques: "Los guardo en una caja fuerte en mi oficina y son depositados en mis cuentas corrientes personales". Aparte del diezmo, dijo que existen ofrendas que se recolectan en reuniones y que "van para la administración de la iglesia".

En el marco de este caso, el obispo Bernardo Cartes, presidente de la Iglesia Metodista Pentecostal de Derecho Público, declaró en calidad de testigo el 28 de mayo del año pasado. "Dicho patrimonio no se condice en absoluto con su situación o calidad de pastor u obispo, ya que anterior a ser nombrado pastor yo solo le conocí un bien raíz que se ubicaba en Estación Central, que era su casa o inmueble en el cual residía junto a su familia; solo le conocí un vehículo americano, que era bueno para la fecha, pero no me consta de otros", dijo a la Policía de Investigaciones.

Pero el sábado en la tarde fue intenso a las afueras de la Catredal Evangélica como en su interior de ella, exigiendo la renuncia indeclinable del obispo Eduardo Durán, entre ellos la junta de oficiales de la Iglesia Evangélica quienes rechazan por completo su actuar de las últimas semanas.

En una declaración pública, el oficial diácono Pedro Chacón informó:

"El actuar del pastor Eduardo Durán está alejado de los valores y principios que un pastor debe tener, ha incurrido en faltas de temor de Dios al utilizar los diezmos y ofrendas del señor para mantener una vida de lujos personales. Su actuar ha provocado un grave desprestigio de todo el pueblo evangélico de Chile (...) Rechazamos las acciones del pastor Eduardo Durán y dejamos constancia que en varias oportunidades se le aconsejamos que depusiera su actuar, pero jamás aceptó consejo".

"Exigimos al Pastor Eduardo Durán la renuncia indeclinable a su alto cargo en la administración total de la Catedral evangélica de Chile"

Pero también el diputado Eduardo Durán Salinas, anunció su renuncia a la junta de oficiales de la Catedral Evangélica de Santiago.

Por medio de una declaración pública el parlamentario de Renovación Nacional argumentó "diferencias irreconciliables" con su padre, quitándole de esta manera todo el respaldo al Obispo. Esto ocurre justo después de que Durán Salinas informara que se separará de su actual esposa y madre del diputado para casarse con otra mujer. Este hecho habría gatillado una fuerte discusión entre los dos que terminó en la decisión de Durán de abandonar su cargo.

Como todo animal no quiere ceder y dar un paso al costado, el cuestionado Obispo Eduardo Durán comunicó su decisión de seguir al mando de la Catedral Evangélica de Chile, mediante la lectura de una carta en la que señala que "quiero comunicar a todos los hermanos de la Catedral Evangélica y su circuito, que quien me nombró acá como Obispo a cargo de la congregación no fueron los hombres, sino que fue Dios todopoderoso".

Además, hizo un llamado a los "hermanos y hermanas cristianos de verdad en el Señor, que las puertas de la Catedral Evangélica estarán abiertas para todos aquellos que independiente del circuito al que permanezcan, a que obedezcan la voz de su pastor".

Las horas pasan y verán qué va a ocurrir, o el señor lo saca del lugar o el diablo lo convertirá en polvo. Gracias.

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