Especiales en el blog: Lula Da Silva preso


Amigas y amigos: Tanta corrupción que hay en el mundo que ojalá todos y todas esas personas involucradas deberían estar presos, y algo de milagro hubo ayer sábado en Brasil, que por poco celebro a una persona involucrada con la delincuencia política, porque Luiz Inácio Lula da Silva se convirtió en el primer mandatario brasilero en ser encarcelado por un delito común y la mayor presa de la Operación Lava Jato, que hace cuatro años sacude a la clase política sacudida por la corrupción.

El ex mandatario llegó por la noche en helicóptero a un cuartel de la Policía Federal de Curitiba, donde una cela de 15 metros cuadrados con baño privado fue especialmente acondicionada para alojarlo, como si estuviese en un hotel cinco estrella.

Tendrá derecho a una visita semanal de familiares cercanos y durante dos horas al día podrá tomar "baños de sol", es decir, tener recreos al aire libre, y claro... porque fue condenado a 12 años y un mes de cárcel por el juez Sergio Moro, figura emblemática de Lava Jato, que lo considerño beneficiario de un apartamento de lujo ofrecido por una contructora a cambio de facilidades para obtener contratos con Petrobras.

El ex dirigente sindical, que enfrenta otros seis procesos penales, se declara inocente en todos. Frente a la sede policial, varios centenares de personas festejaron su llegada con fuegos artificiales, cornetas y silbatos, dando vítores a la llamada República de Curitiba, la ciudad denominada "Capital de Lava Jato".

"Gracias a esta detención existe ahora una pizca de esperanza en Brasil, de justicia", dijo Felipe Ploencio, un guardia de seguridad de 26 años, que ojalá eso se hiciera realidad, incluso con más políticos involucrados, incluyendo a la ex presidenta Dilma Rousseff. Del otro lado de un vallado tendido por la policía, había igualmente ciento lulistas por las calles de Curitiba.

"Lula fue el mejor presidente de Brasil, hizo una revolución social, su prisión es injusta e ilegal", afirmó Eunice Campos, una psicopedagoga de 60 años.

Lula se entregó a la policía en el Sindicato de Metalúrgica de Sao Bernardo do Campo, en el cinturón industrial de Sao Paulo, donde estaba atrincherado, como si fuese un guerrillero, y a la vez, rodeado de miles de partidarios desde que el juez Moro emitió la orden de captura, 48 horas antes.

Como último desafío, asistió a una misa en memoria de su esposa ya fallecida el año pasado, que tuvo lugar frente a la sede sindical y en la que anunció su intención de someterse al fallo.

"Voy a cumplir la orden de cárcel (...) y cada uno de ustedes se transformará en un Lula", proclamó el ex mandatario, desencadenando un clamor unánime de "¡Soy Lula! ¡Soy Lula!".

"Moro mintió al decir que ese apartamento era mío", reiteró.

Y explicó lo que a sus ojos motivó su desgracia actual:"Hace mucho soñé que era posible gobernar este país incluyendo a millones de personas pobres en la economía, en las universidades, creando millones de empleos". Esta bien hacer esta iniciativa, pero no a costilla de la corrupción.

"Con Lula preso estamos todos presos", atinó a decir Adriana Macedo, una profesora de 60 años; si ella lo dice, es porque se pone el parche ante la herida, y qui´zas se está autoculpando ella misma del delito de Lula.

Su detención es un nuevo golpe para su fuerza política, el Partido de los Trabajadores, que después de la destitución en 2016 de la presidenta Dilma Rousseff, su heredera política, acusada de manipular las cuentas públicas, y de la detención o la acusación de muchos de sus dirigentes históricos.

Queda por  ver ahora quién puede capitalizar la detención de Lula y si el dirigente indiscutible del Partido de los Trabajadores puede, desde la cárcel, transferir su electorado a otro candidato.

Los abogados de Lula interpusieron hasta último momento recursos para impedir su encarcelamiento; uno de ellos consistió en cuestionar ante la corte suprema la posibilidad vigente desde 2016, de comenzar las ejecuciones de penas a partir de una condena en segunda instancia.

El Supremo Tribunal Federal, rechazó su demanda, pero uno de sus jueces dijo que pretende plantear una moción el próximo miércoles, para discutir una medida cautelar que libere a aquellos que aún no hayan sido condenados por una tercera instancia judicial. Un decisión que sacaría a Lula de la cárcel más rápido de los previsto.

El caso Operación Lava Jato condenó a decenas de empresarios y políticos. El actual Presidente de Brasil, Michel Temer fue objeto de dos acusaciones por parte de la Fiscalía General, pero ambas fueron bloqueadas por la Cámara de Diputados, donde decenas de legisladores se hayan igualmente en la mira de la justicia, y por ende, habrán más políticos presos de lo que uno se imagina, así es el Socialismo del Siglo XXI, actuando como bandoleros y corruptos, tan parejo como el resto de la clase política a nivel general y mundial. Gracias.





Comentarios

Entradas populares de este blog

Radioteatro: Shara, Historia de la vida real

A cien días del gobierno de Sebastián Piñera Echenique

Radioteatro: La Tercera Oreja, La Ultima Noche del Titanic