Historias a la chilena: Historia de un oso.

 
Amigas y amigos: Este domingo fueron los premios Oscar, y como es tradicional se premia lo mejor de la industria cinematográfica de los Estados Unidos y del resto del mundo, y para los premios estaba nominado un cortometraje titulado la Historia de un Oso, escrito y dirigido por Gabriel Osorio, que trata sobre de un oso triste y solitario, que construye un mágico diorama con sus propias manos como un intento de recordar la vida feliz de antaño, con su esposa y su hijo, antes de que un circo lo arrancara de su hogar y lo hiciera trabajar por la fuerza y pasar una vida miserable.
Pese a esta metáfora, la diferencia está en que esta historia trata de un hecho real, inspirado en su abuelo, el ex concejal de la Ilustre Municipalidad de Maipú durante el período de la Unidad Popular, Leopolpo Osorio, quien días después del golpe militar fue detenido y juzgado por un tribunal militar, condenándolo a 2 años de prisión en la antigua Cárcel Pública de Santiago, para después en 1975, al salir en libertad, se van al exilio ha Inglaterra junto a su familia.
Este cortometraje chileno de animación digital ha recibido numerosas distinciones, pero la distinción de la Academia de Arte Cinematográfico, encargada de la organización y premiación de los Oscar, es la más alta recibida por un trabajo de este tipo hecho en Chile y digno de orgullo al trabajo audiovisual realizado, que muchas veces es complejo, y que varios guiones deben postular al financiamiento del Estado y algunos privados para la elaboración de calidad, cuyo resultado tienen los frutos más allá de lo esperado.
Este es el mérito más grande obtenido por un artista audiovisual y que ennoblece la industria cinematográfica chilena, pero el mayor mérito, más allá del trabajo elaborado es el gesto de su nieto a su abuelo, un verdadero homenaje a su persona y de muchas más que vivieron situaciones similares durante el período de la dictadura militar, y eso se agradece.

En lo personal, y conociendo bien a don Leopoldo Osorio, pese a nuestras diferencias de pensamiento e ideología, creo que su vivencia personal, reflejada en el cortometraje es digna de superación, y el nunca más, emitida por su nieto cuando recibió la premiación, sea una luz de esperanza, de casos gravísimos de violaciones a los Derechos Humanos, que aún no están resueltos por la justicia chilena, sean esclarecidos definitivamente por el bien de esas familias.
Como broche de oro a esta crónica, les dejo con el cortometraje de la Historia de un oso. Véanlo y les aseguro que lo va ha impactar de emoción. 






Comentarios

Entradas populares de este blog

Radioteatro: Shara, Historia de la vida real

A cien días del gobierno de Sebastián Piñera Echenique

Radioteatro: La Tercera Oreja, La Ultima Noche del Titanic