Una reforma que nunca será reforma

Amigas y amigos: Durante los 5 meses 2 semanas y 5 días de gobierno de Michelle Bachelet comienza lo que son los antojos y apuros ideológicos de sus reformas, que más que un beneficio es un despropósito torpe, sin reflexión alguna, y que después de tanta presión de grupos que no ven con buenos ojos estos proyectos, que el gobierno decidiera salir a las calles a organizar los famosos Diálogos Ciudadanos, con la sola intensión de convencer a los ciudadanos de las maravillas de sus proyectos y que en la realidad es engañar a la gente con objetivos que son mal planteados, mal diseñados y mal planificados.

Una de las frases que yo entendí desde pequeño es el que vive apurado, muere apurado, y eso es lo que está traicionando al gobierno, y eso es grave, pero los personeros y la propia Presidenta Michelle Bachelet ha tenido que ir a desmentir y defender sus proyectos, algo que quita credibilidad de su persona y de sus gobierno. No puede ser que un ministro de estado diga una cosa errada un día y después de varios días de una vuelta de carnero en sus planteamientos y lo que es peor, desdecirse de sus dichos es algo que pone en jaque sus credibilidad.

La Reforma Educacional que quiere impulsar a la fuerza este gobierno no se entiende, es poco clara, nadie tienen claridad e inclusos, los establecimientos educacionales particulares que reciben la subvención del gobierno están en la completa incertidumbre de qué va a ocurrir si se llegara a aprobar esta reforma, muchos padres y apoderados sienten que les coarta la posibilidad de libertad de poder elegir el proyecto educativo que ellos estimen conveniente para que sus hijos tengan una buena educación, y eso es la gran razón. Qué saca con designar a un Secretario Ejecutivo de la Reforma Educacional, el demócratacristiano Andrés Palma, que por muy economista que sea (que de economista no tiene casi nada), esté dando su discurso de las maravillas de su proyecto estrella del proyecto a un grupo de apoderados y sostenedores de colegios y que ni él mismo sabe bien los lineamientos, porque su discurso no convence.

Por desgracia, el poder político y los dirigentes estudiantiles se llenan la boca hablando de terminar con el lucro en la educación, de qué lucro hablan si el estado favorece igual el lucro con sus medidas, y que a las finales segregará igual a las personas, con mayor brecha social y mayor discriminación, de qué hablan de calidad y el mismo estado y los propios estudiante y apoderados denigran la calidad de la educación que es un beneficio para ellos mismos por su poca preocupación.

Todos los ministros de educación que han pasado desde el 2005 (desde el 1° gobierno de Michelle Bachelet) hasta ahora no han sabido dar y desatar, porque sus reformas que han expuestos en las anteriores administraciones de turno, nunca piensan en los profesores, quienes son el pilar fundamental de la formación integral de los alumnos, y que para que haya una buena reforma educacional, deben aumentar de forma considerable el sueldo de nosotros los profesores, quienes tenemos el trabajo más pesado y estresante de todas las profesiones universitarias en Chile, quienes debemos soportar a alumnos con problemas conductuales y de aprendizajes complejos y graves, soportar los insultos y la falta de respeto e incluso, las agresiones verbales y físicas de parte de los propios alumnos y apoderados quienes no valoran el trabajo educativo de los docentes y que no reconocen las falencias de sus pupilos, aunque ellos saben como son y de lo que tienen, solo por el hecho de encubrir a sus problemáticos y conflictivos hijos. Con esto, los docentes que ejercemos en colegios estaríamos con mayor alivio y ganas de dignificar nuestro trabajo,pero para cualquier gobierno de turno, eso no interesa; es más, el propio ex presidente, Sebastián Piñera, con un gesto desproporcionado y con una ignorancia torpe de su parte, prefiere subir el sueldo de los profesores por sus resultados y que no creen en el Estado Docente, etapa instaurada por el gobierno radical de Pedro Aguirre Cerda, profesor normalista y abogado

Otra parte de una buena reforma educativa es disminuir la cantidad de alumnos por curso que hoy, por ley son el máximo, 44 alumnos, hoy en día eso es desgastante para los profesores que están en aula, e incluso hacer una reforma estructural desde la educación inicial, en el parvulario, la única forma de disminuir las brechas sociales, no en la educación básica como hay quienes creen hoy en día, pero para este gobierno no le importa, aunque digan una gran mentira, que están trabajando para mejorar, eso no se la cree nadie.

Otro elemento para una verdadera reforma educativa son los planes y programas, con aumentar o disminuir horas, no garantiza la calidad de la educación, debe haber una reforma estructural en los planes de estudios, tal como ocurrió en 1997, solo con que ha habido es calmantes, y lo otro es arreglar los colegios que están en mal estado gracias a las malas gestiones de directores inescrupulosos y equipos directivos que están solo para llenarse sus bolsillos sin hacer nada y tener poder en sus manos.

Veo mucha ideologización de esta reforma que creo que si la aprueban en el parlamento, aniquilará la educación pública y particular, la estatizarán de una forma irregular como un mercado inmobiliario que meterán al perro, al gato, al caballo y al burro en el cuento, hasta el más flojo e indisciplinado serán los más beneficiados, con el argumento de la no selección.

Esta reforma, o mejor dicho reformita, simplemente no sirve, por lo poco clara que ha sido que a 5 meses del gobierno de Bachelet, este proyecto no tiene rumbo alguno, y lo que quiere en su realidad de fondo es acinar la educación pública y reventar a los que están frente a ellos en el aula, nosotros los profesores, eso no es calidad.

Como el gobierno de Bachelet, tanto que criticaban al gobierno anterior con sesgo ideológico, incluyendo traer una retroexcavadora que a las finales están terminando con un desconcierto en la gente de esta situación. Por mucho que empiecen a forjar un nuevo Chile, a veces las cosas son peores y terminan en calmantes, eso es experimentar y jugar con el bien común, y eso es jugar con fuego, el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre no sirve como ministro, aunque sea experto en temas económicos, en educación no da ni desata, es un simple burro e inútil, como los es su gobierno. Gracias.

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