El final de los finales


Amigas y amigos: Hay que tener en cuenta que los países no se caen de un día para otro, es solo un proceso en donde marcas imperceptibles comienzan a demostrar deterioro y que posteriormente esos deterioros son evidentes dando comienzo a las caídas, eso ha sucedido con los imperios, y en el caso del Imperio Romano, fue estudiado una y otra vez, o el británico como también potencias como la Unión Soviética y las actuales como la de Estados Unidos que empiezan a discutir cuándo empezó su decadencia. Y estas similitudes se pueden dar en países más modestos como nosotros, y si nosotros no nos preocupados de causas y efectos, nadie lo hará, porque a nivel global somos una insignificancia total.

A lo más somos una especie de laboratorio social y político, que a lo más muestra ese ensayo que permite probar cómo funcionaba los frentes populares, cómo se avanzaba el desarrollo estatista en democracia, también se probó la alianza católica norteamericana, sintetizada en la Democracia Cristiana para detener el comunismo con la llamada "Revolución en Libertad", también permitió la "Revolución Marxista" en democracia, la revolución de la empanada y el vino tinto, bien a la chilena y que con el tiempo llegó a ser un asco de proporciones.

Luego lleva la liberal económica, precursora de Ronald Reagan y Margaret Teacher, fue simplemente el Chile de poetas, que promovió el compromiso histórico con Italia, que terminó con la muerte de Aldo Moro, en fin; curiosidades de la vida y de la política, ese mismo compromiso histórico que fue alianza desde el Partido Demócrata Cristiano hasta el Partido Comunista, y lo que está terminando en Chile es el ensayo en probeta del liberalismo económico comenzado en 1974 cuando Jorge Cauas asumió como Ministro de Hacienda durante la dictadura militar del Capitán General Augusto Pinochet Ugarte. Han pasado 46 años, esos años que Chile mejoró mucho en materia económica y social, y mucho más que el entorno vecinal, llegó a tener el ingreso per capita más grande de América Latina; es verdad también con mucha desigualdad, esa desigualdad que ha ido disminuyendo lentamente ni con mucho con América Latina lo que varios afirman, y que a veces es falso. Lo que ocurrió fue que las personas prefieren vivir más modestamente y menos desigualdades, y en eso es que 46 años, sin preocupación en serio por la Educación, reprodujo las desigualdades, también fue la ruptura generacional ha provocado una enorme derrota cultural del modelo económico con una permanente construcción de lo existente.

La formación de las nuevas generaciones fue realizada por personas contrarias a este modelo económico, 46 años de desinterés por la educación en unos casos y en otros, de la transformación en un simple negocio por la educación, naturalmente tenían que pasar la cuenta.

La deconstrucción de lo establecido hace que no sea posible rescatar lo bueno de lo existente sobre eso, la falsedades y las medias verdades que son simplemente mentiras por omisión campean y sin contradicciones. En medio de este ambiente, ser distinto y una minoría en una corriente mayoritaria constituye un pecado digno de algo nuevo que se llama funa. 

La deconstrucción comenzó con la Nueva Mayoría que renegó todo lo hecho anteriormente, por eso la Constitución Política del Estado ya no existe, tampoco la capacidad de gobernar, y por eso de un presidencialismo constitucional y legal hemos pasado a un parlamentarismo de facto y que ha sido ayudado por una derecha intolerante, ciega, guardadora de privilegios, tolerante ante los infinitos abusos empresariales, ostentosa, y lo peor prefiriendo el negocio financiero al trabajo productivo para pagar justo por pecadores, o mejor pagarán más justos por pecadores.

En medio de las necesidades de la gente ante el confinamiento obligado por la pandemia, la demora de las medidas del gobierno para ayudar entre los errores históricos de la administración de turno de Sebastian Piñera Echenique, porque hace 30 días muy pocos apoyaban el proyecto de ley que permitía a toda persona retirar el 10% de los fondos de pensiones de las AFP, creada por el hermano del Presidente Piñera, José Piñera Echenique, cuando era Ministro de Trabajo y Previsión Social de la dictadura militar de Augusto Pinochet, porque la ceguera del mismo Presidente Piñera y de su equipo ha sido notable. 

Es verdad que con o sin pandemia las AFP estaban condenadas, no hay otra forma de explicar que las comisiones Marcel y Bravo, ésta última integrada por destacados expertos internacionales hayan recomendado mantener las AFP, pero con cambios importantes, y Michelle Bachelet en su segunda administración de turno, guardó los informes porque no les gustaba. Esta fue la razón por la que el proyecto de reforma previsional que implica seis puntos adicionales de cotización con aporte empresarial, con tres puntos a la llamada solidaridad y sin un peso más a las AFP descansan en el Congreso Nacional porque los parlamentarios no tienen el menor interés que se discuta, y nadie querrá hablar de edad de jubilación, más cotización o lagunas previsionales, y otras cosas más, porque el sistema está simplemente muerto y tuerto, y para peor está en post embolada, que se llena de declaraciones torpes que las AFP cavaron su propia tumba y forman parte del desmontaje sistema, por eso el respeto o no de la Constitución Política del Estado o cambio de gabinete no tiene ninguna importancia, por eso que el Presidente Piñera, hable más o menos, aunque provoque criptación, no tiene ninguna importancia, por eso lo ocurrido esta semana, más allá de de un fenómeno o de la decontrucción, ha terminado una era que está por escribirse, y el paso de una u otra no será tal, porque estos episodios nunca lo son.

Habrá que ver si son para mejor o para peor, si van en vías del desarrollo o en vías del subdesarrollo, como los países tercermundistas, en el futuro puede ocurrir cualquier cosa. 
 

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