Especiales en el blog: Dilma Rousseff destituida pero no inhabilitada


Amigas y amigos: Con 61 a favor, 20 en contra y cero abstenciones, el Senado de Brasil, por primera vez en su historia, decidió destituir a la Presidenta del país, Dilma Rousseff, en el marco de las acusaciones en su contra por maquillar las cuentas fiscales. Superando por siete votos la mayoría absoluta, el Senado compuesto por un total de 81 parlamentarios, encontró culpable a la ahora ex Mandataria que fue sometida por nueve meses a un proceso de "impeachment" o juicio político, por haber faltado a su responsabilidad como la máxima autoridad del país. Con el resultado de la sesión, que inició alrededor de las 11:15 horas de hoy, Rousseff se convierte en la primera jefa de Estado en ser destituida en el país latinoamericano. 

El único caso anterior en el que un Presidente salió del poder por presiones políticas fue el de Fernando Collor de Melo (1990-1992), quien renunció tras ser acusado de corrupción justo cuando sería sometido a un juicio político. Dilma Rousseff, quien cumplía con su segundo mandato tras ser reelegida en octubre de 2014 superando a su rival Aécio Neves (PSDB), fue acusada de haber emitido tres decretos sin autorización del Parlamento, que le permitían utilizar fondos públicos para sustentar los costos de sus programas de responsabilidad gubernamental y de atrasos en depósitos en la banca pública, los que generaron costosos intereses. 

Con dichas maniobras, según los legisladores, la ex Presidenta maquilló las cuentas fiscales en lo que se conoce en Brasil como "pedaladas" y ocultó la alta deuda pública que tenía el Ejecutivo. Así, el Gobierno pudo seguir gastando en proyectos sociales y dio una imagen falsa que habría beneficiado a Rousseff en las elecciones de 2014. 

Durante el proceso, la ex Mandataria aseguró que el "impeachment" en su contra era un "golpe de Estado parlamentario" y que se le estaba juzgando sin tener pruebas en su contra. Advirtió, que la decisión de sacarla del liderazgo del país causará una gran inestabilidad política y que quedará en la historia más oscura de Brasil. Además de la destitución, los parlamentarios votaron por separado la opción de que la ex Presidenta quedara o no inhabilitada para ejercer cargos públicos por lo próximos ocho años. 

Con sólo 42 votos a favor de la medida, el Senado no logró la mayoría absoluta (54). Por ende Rousseff si podrá ejercer cargos ya sea en universidades u organismos estatales. Ahora, quien asume el poder en su reemplazo es el vicepresidente Michel Temer, quien fue acusado por la propia ex jefa de Estado de haber maniobrado las acusaciones en su contra para poder llegar al poder.

De todas formas, Temer no tiene asegurada su continuidad por los dos años que restan del mandato. Esto, ya que actualmente se encuentra en el Tribunal Superior Electoral una acción que busca establecer un supuesto traspaso de fondos estatales a la campaña electoral de Rousseff hace dos años. De darse luz verde a ello, toda la lista estaría implicada, incluyendo Temer. De ser así, el vicepresidente no podría asumir y se podría convocar a nuevas elecciones o bien, sería el mismo Senado el que decidiría al próximo líder de Brasil.

Después de su destitución, los aliados de Rousseff manifestaron su apoyo; en su cuenta de twitter, personajes como los presidentes de Ecuador y Venezuela, Rafael Correa y Nicolás Maduro, y la ex Mandataria argentina Cristina Fernández apoyaron a la depuesta jefa de Estado, criticando la decisión que tomaron los parlamentarios esta jornada. 

"Destituyeron a Dilma. Una apología al abuso y la traición. Retiraremos nuestro encargado de la embajada", aseguró el Presidente Correa a través de la red social. Asimismo, Nicolás Maduro expresó "toda la solidaridad con Dilma y el pueblo de Brasil", por lo que "condenamos el Golpe Oligárquico de la derecha ¡Quién lucha vence!" La ex jefa de Estado de Argentina, Cristina Fernández, por su parte, también calificó el hecho como un "golpe institucional" y lo describió como la "nueva forma de violentar la soberanía popular". Además, expresó su apoyo tanto a Rousseff como al ex Mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, lamentando que "América del Sur es otra vez laboratorio de la derecha más extrema". 

En tanto, el Presidente boliviano, Evo Morales, confirmó que convocará al embajador de su país en Brasil para "asumir las medidas que se aconsejan".

Además, los representantes de Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Ecuador condenaron hoy ante la Organización de Estados Americanos (OEA) el hecho que calificaron como un "golpe de Estado parlamentario". 

"Aunque aún este Consejo no se haya dado por enterado, se ha dado un golpe de Estado parlamentario en el país más grande de Sudamérica", llamó la atención el embajador de Bolivia, Diego Pary, en un Consejo ordinario semanal que discurría sin alusiones a la noticia que ocupaba todas las portadas de diarios. 

"Creíamos que la democracia estaba consolidada, pero esto nos muestra que la democracia siempre estará frente a los desafíos siniestros de la oscura historia antidemocrática", afirmó Pary. 

La representante alterna de Venezuela, Marlene Da Vargem, mostró su apoyo al embajador boliviano e insistió en que "solo los ciudadanos pueden decidir". 

Por su parte, el representante alterno de Nicaragua, Luis Exequiel Alvarado, condenó también "el golpe de Estado parlamentario en contra de Dilma" y dijo que "las fuerzas regresivas del hemisferio siguen trabajando para provocar golpes de Estado en contra de los gobiernos progresistas de la región". 

En tanto, el embajador de Ecuador en la OEA, Marco Vinicio Albuja, leyó un comunicado de su Gobierno en el que se asegura que "políticos adversarios se confabularon para remover de su cargo a Rousseff". Albuja habló también de "espurio procedimiento de destitución"y remarcó que "no se probó que la Mandataria haya cometido delitos". Además, criticó el hecho sucedido en Brasil y añadió que son "sucesos inaceptables en el siglo XXI y que constituyen un grave retroceso en la consolidación de la democracia en la región".

La delegación de Brasil tomó la palabra después de haber escuchado estas intervenciones limitándose a decir que "Brasil agradece la solidaridad en este momento difícil de nuestra historia sobre el cual nos pronunciaremos en otras sesiones". 

Ningún otro país tomó la palabra para referirse a este asunto y tampoco lo hizo el secretario general de la OEA, Luis Almagro, una de las voces internacionales que más ha defendido a Rousseff en este proceso. 

El Senado brasileño destituyó hoy a la mandataria por 61 votos a favor y 20 en contra, en una decisión que también confirma como Presidente de Brasil a Michel Temer, quien seguirá en el poder hasta el 1 de enero de 2019. 

La decisión supone el fin de un trámite que comenzó en diciembre pasado en el Parlamento y fue supervisado en cada uno de sus pasos por la Corte Suprema, como garante constitucional de un juicio que Rousseff, condenada por graves irregularidades fiscales, califica de "golpe".

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