Especiales en el blog: Estados Unidos y Cuba
Amigas y amigos: Con gritos y cantando el himno nacional de su país, decenas de cubanos
presenciaron la ceremonia de izamiento de la bandera de esa nación en la
reapertura de su embajada en Washington, que marca el restablecimiento
de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
El
acto, que se llevó a cabo pasadas las 10:35 horas en Washington (11:35
en Chile) fue encabezado por el ministro de Relaciones Exteriores de
Cuba, Bruno Rodríguez, quien viajó a Estados Unidos desde La Habana
junto a una delegación de diversas personalidades, entre ellas, el
cantautor Silvio Rodríguez.
Tras el izamiento
llevado a cabo por tres efectivos de la Guardia de Honor Presidencial,
las puertas de la sede diplomática isleña fueron abiertas para el
público, permitiendo el paso de la prensa que se encuentra en el lugar.
Luego,
el canciller cubano manifestó su alegría por este nuevo hecho,
recordando que la bandera que acaba de ser izada es la misma que ondeó
hasta 1961 en ese mismo edificio, cuando se congelaron las relaciones
diplomáticas con Estados Unidos.
Del mismo
modo, Rodríguez recordó a personajes importantes de la historia de su
país, como José Martí, al mismo tiempo que recalcó la completa
"fidelidad" hacia el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz.
Una
vez finalizada la ceremonia, Bruno Rodríguez se reunirá con el
secretario de Estado estadounidense, John Kerry, con quien ofrecerá una
conferencia de prensa conjunta.
Por
su parte, el jefe diplomático norteamericano viajará a La Habana el
próximo 14 de agosto para izar la bandera de su país en la embajada en
Cuba, según informó CNN.
De todos modos, esto
sólo se trata de una ceremonia de carácter simbólico, por lo que la sede
diplomática estadounidense ya se encuentra funcionando como tal a
partir de este lunes.
En tanto, la disidencia cubana reaccionó hoy con opiniones divididas al
restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU., que
algunos opositores reconocieron como un acontecimiento histórico
mientras que otros cuestionan que vaya a suponer mejoras en la situación
interna de la isla.
El líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, dijo ver con "buenos ojos" el restablecimiento de vínculos aunque insistió en el riesgo de que este acontecimiento se convierta en algo solamente "simbólico".
"Seguimos insistiendo en que no van a haber cambios significativos en cuanto a la situación interna en Cuba porque el Gobierno se seguirá resistiendo a la necesidad de hacer reformas para garantizar un nivel de vida razonable", precisó.
Sánchez consideró que en esta nueva etapa ha habido "un efecto más mediático que sustantivo", por lo que observa con escepticismo la significación del hecho "para el cubano de a pie".
Por su parte, Berta Soler, la líder de las Damas de Blanco insistió en que lo sucedido este lunes "no es nada trascendental, nada que pueda beneficiar" al pueblo.
Más optimista, Manuel Cuesta Morúa, del grupo opositor Arco Progresista, advirtió que este es un día "histórico", de "muchas expectativas" y que sobre todo significa "el fin de la excepcionalidad de Cuba con respecto al resto de Latinoamérica".
"Los que apoyamos el diálogo saludamos este restablecimiento", aseguró.
Para José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), la distensión puede contribuir "muchísimo a nuestra lucha pacífica a favor del respeto de los derechos humanos y el llegar a una verdadera democracia en Cuba".
El activista apuntó que considera que con este paso se profundiza el proceso de normalización entre los dos países, aunque espera que los norteamericanos "no se olviden de que deben ser oídos todas los sectores de la sociedad civil".
Cuba y Estados Unidos inauguraron hoy una nueva etapa en la historia común con el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas y reapertura de sus embajadas, lo que culmina la primera fase del histórico deshielo anunciado hace siete meses, el 17 de diciembre de 2014, por los Presidentes Barack Obama y Raúl Castro.
El líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, dijo ver con "buenos ojos" el restablecimiento de vínculos aunque insistió en el riesgo de que este acontecimiento se convierta en algo solamente "simbólico".
"Seguimos insistiendo en que no van a haber cambios significativos en cuanto a la situación interna en Cuba porque el Gobierno se seguirá resistiendo a la necesidad de hacer reformas para garantizar un nivel de vida razonable", precisó.
Sánchez consideró que en esta nueva etapa ha habido "un efecto más mediático que sustantivo", por lo que observa con escepticismo la significación del hecho "para el cubano de a pie".
Por su parte, Berta Soler, la líder de las Damas de Blanco insistió en que lo sucedido este lunes "no es nada trascendental, nada que pueda beneficiar" al pueblo.
Más optimista, Manuel Cuesta Morúa, del grupo opositor Arco Progresista, advirtió que este es un día "histórico", de "muchas expectativas" y que sobre todo significa "el fin de la excepcionalidad de Cuba con respecto al resto de Latinoamérica".
"Los que apoyamos el diálogo saludamos este restablecimiento", aseguró.
Para José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), la distensión puede contribuir "muchísimo a nuestra lucha pacífica a favor del respeto de los derechos humanos y el llegar a una verdadera democracia en Cuba".
El activista apuntó que considera que con este paso se profundiza el proceso de normalización entre los dos países, aunque espera que los norteamericanos "no se olviden de que deben ser oídos todas los sectores de la sociedad civil".
Cuba y Estados Unidos inauguraron hoy una nueva etapa en la historia común con el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas y reapertura de sus embajadas, lo que culmina la primera fase del histórico deshielo anunciado hace siete meses, el 17 de diciembre de 2014, por los Presidentes Barack Obama y Raúl Castro.
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